Justin Trudeau dice que no se inmiscuirá en los asuntos internos de España

El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, afirmó hoy que no se inmiscuirá en los asuntos internos de España tras ser preguntado durante una rueda de prensa sobre el referendo independentista de Cataluña.

Trudeau señaló en dos ocasiones que no quería “comentar sobre procesos internos en España”.

“Como orgulloso quebequés, he sufrido muchas batallas sobre referendos. Y una de las cosas que esperábamos era que otros países no se inmiscuyesen en nuestros procesos internos”, afirmó Trudeau a la pregunta de una periodista de Quebec sobre el referendo ilegal convocado por los independentistas de Cataluña para el 1 de octubre.

“Es algo que los quebequeses y los canadienses esperaban. Es importante para mi. No comentaré sobre procesos internos en España”, continuó el gobernante canadiense.

La periodista insistió y cuestionó al primer ministro canadiense sobre el derecho de autodeterminación de los pueblos.

Trudeau insistió en que está convencido de que “el derecho de autodeterminación es importante”.

“Es algo que siempre hemos respetado en Canadá. Pero no comentaré sobre la situación en España”, insistió.

La provincia francófona de Quebec ha celebrado dos referendos soberanistas en su historia, el primero en 1980 y el segundo en 1995.

Tras el referendo de 1995, el Gobierno canadiense puso en marcha una ley, llamada Ley de la Claridad, que otorga al Parlamento canadiense la potestad de decidir si la pregunta del referendo es válida y si el número de personas que ha votado en un referéndum es suficiente para establecer que una clara mayoría se ha expresado.

La Ley de la Claridad también establece que el resto de las provincias de Canadá y las tribus indígenas participarían en cualquier negociación sobre la independencia de Quebec.

Finalmente, la ley señala que la Cámara de los Comunes tiene el poder de anular el resultado del referendo si no se cumplen los anteriores requisitos.

El año pasado, Trudeau se negó a discutir con Quebec la renegociación de la Constitución de Canadá que la provincia francófona había exigido como requisito para la firma de la Carta Magna del país, establecida en 1982.

Quebec es la única provincia del país que no ha firmado la Constitución canadiense.