Klee y Munch reformulan su biografía en una exposición del Museo Reina Sofía

El espacio como cimentador de la personalidad, constructor de una biografía en ocasiones no deseada, es el centro de interés de “Formas biográficas. Construcción y mitología individual”, muestra que recorre las obras de artistas como Klee y Munch y que el Museo Reina Sofía inaugurará mañana.

Una exposición que muestra, a través de 275 piezas plásticas, “una visión alternativa del arte moderno del siglo XIX y siglo XX”, ha explicado hoy, en rueda de prensa, el comisario de la exposición Jean-François Chevrier.

De este modo, las paredes del museo descubren la figura de ese artista que cuestiona aquello que siempre le han contado, partiendo de su propia identidad. Un creador capaz de negarse a sí mismo para después recontruirse con sus propios apetitos, en ocasiones reflejo de las influencias de grandes artistas del pincel, como Picasso.

“En esta exposición nos encontraremos obras de grandes autores de la historia del arte”, ha continuado el comisario, quien ha destacado que algunas de estas figuras sí están representadas en piezas de artistas como Kippenberger, quien suspira junto al genio malagueño con el cuadro “Podría prestarte algo, pero en eso no te haría ningún favor”.

La exposición descubre así la figura del artista que cimenta su auténtica personalidad mientras trabaja sobre el lienzo. Testigo de una época, los creadores, convertidos en héroes, tratan de alejarse del contexto que tanto los ha influenciado en busca de su propia mitología individual.

“Las biografías se construyen en el espacio y esta exhibición trabaja sobre la influencia del territorio y la exploración de los rincones”, ha destacado Chévrier, para quien la obra que explica la vida del artista queda “obsoleta” en este recorrido.

Renace así una identidad individual reelaborada libremente a través de ciertos elementos de su propia trayectoria vital; capaz de construir una memoria colectiva a través del arte y las formas, consideradas entidades que “transforman la experiencia”.

De este modo, “Formas biográficas. Construcción y mitología individual” acerca al amante del arte a una nueva perspectiva de las obras de artistas como Edvard Munch, Paul Klee, Mark Rothko o Alberto Giacometti y que, por primera vez, no retratan la experiencia vivida del autor sino que la construyen.

Una experiencia que transforma la angustia, provocada por las dudas existenciales, en luminosidad y éxtasis y que pretende llenar de “esperanza” al visitante, guiado a lo largo de las galerías del museo por dos genios de la literatura.

En primer lugar Gérard de Nerval, cuya obra ha inspirado el ideal de la mitología individual, un concepto que surge cuando el creador conforma su propio lenguaje y reinventa su historia.

Después Franz Kafka, gran inspirador de los espectros de Munch, quien a través de escenas teatrales define el drama como la pieza esencial de la vida, y cuya síntesis alude al concepto de construcción.

De este modo, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía acogerá desde mañana y hasta el próximo 31 de marzo este viaje introspectivo por los espacios vividos, símbolo de la existencia preconcebida.

Desde la habitación en la que se nace, pasando por la ciudad en la que se vive, hasta el lugar de fallecimiento. Esta exposición recorre aquellos territorios extremos, pero vertebradores de la personalidad y la biografía de artistas con obras de estética muy variada.

Coloridos óleos sobre lienzo, fotografías contemporáneas, esculturas y proyecciones audiovisuales decoran las blancas salas del museo. Cualquier muestra de creatividad artística es válida si refleja el camino de una vida ajena a la vivida.

El color, los números y las nuevas formas acompañan los casi tres centenares de piezas que conforman este viaje que discurre junto al artista por su propia reconstrucción personal.

Durante el paseo obras de artistas contemporáneos como Jeff Wall o Henrik Olesen presentan su nueva identidad. Un recorrido en el que destacan las 13 fotografías de la serie “Muerte”, obra de la palestina Ahlam Shibli, que representan la crudeza del conflicto árabe-israelí y transportan el mensaje de que la muerte solo atañe a los vivos.

La exposición denuncia así las vestimentas llenas de prejuicios con las que se envuelve al recién nacido y presenta el nacimiento como el elemento más trágico de la existencia, al recordar al visitante que nacer en un buen lugar es solo cuestión de suerte.

Andrea Rullán