Lagarde dice que Brasil que la disciplina fiscal y programas sociales van juntos

La directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, afirmó hoy en la ciudad brasileña de Río de Janeiro que la disciplina fiscal es la “base necesaria” para la ejecución de políticas sociales.

Las medidas de disciplina fiscal “van de la mano” con los programas sociales, ya que “las personas que más sufren con la indisciplina fiscal son las más pobres”, dijo Lagarde, quien inició una visita de dos días a Brasil, durante la cual se encontrará hoy mismo en Brasilia con la presidenta brasileña, Dilma Rousseff.

Lagarde aprovechó su visita a un proyecto social en Río de Janeiro para defender el ajuste fiscal puesto en marcha este año por el Gobierno brasileño para colocar en el eje las cuentas públicas tras el déficit récord del año pasado.

El Ejecutivo de Rousseff, tras los decretos ejecutivos que presentó al Congreso en febrero para ajustar algunos beneficios sociales, debe anunciar en los próximos días un recorte de gastos públicos que, según el ministro de Hacienda, Joaquim Levy, puede ascender a 70.000 millones de reales (unos 23.186 millones de dólares) u 80.000 millones de reales (26.500 millones de dólares).

En compañía de la ministra de Desarrollo Social de Brasil, Tereza Campello, Lagarde visitó hoy el teleférico del Complejo de Alemão, un conjunto de favelas en la zona norte de Río de Janeiro que hasta hace pocos años era controlado por bandas de narcotraficantes, así como uno de los 47 Centros de Referencia de Asistencia Social (CRAS) que existen en la ciudad.

La economista francesa elogió la política social del actual Gobierno brasileño y destacó el hecho “extraordinario” que supone el que se destine el 0,5 % del Producto Interior Bruto del país al programa Bolsa Familia, que distribuye subsidios a los más pobres y beneficia a 50 millones de brasileños.

Bolsa Familia es un programa de transferencias aplicado por el Gobierno de Brasil desde hace 12 años, copiado por otros países y que contempla una asignación de 65 dólares mensuales en promedio a familias pobres con la condición de que lleven a sus hijos a la escuela y a revisiones médicas periódicas.

Tras la visita, Lagarde viajó a Brasilia, donde se reunirá primero con el ministro de Hacienda y después con la jefa de Estado.

La directora del FMI abordará con las autoridades brasileñas la situación de la mayor economía latinoamericana, que el año pasado sólo creció un 0,1 % y que este año puede sufrir, según las últimas proyecciones, una contracción del 1,20 %.

La economía brasileña se contrajo un 0,81 % en el primer trimestre del año frente al último trimestre de 2014, según un índice divulgado hoy por el Banco Central y que se considera previo al del Producto Interior Bruto (PIB).

Largade regresará este mismo jueves a Río de Janeiro para participar el viernes del XVII Seminario Anual sobre Metas para la Inflación, organizado por el Banco Central de Brasil.