Lapuerta alega “demencia sobrevenida” para evitar que se le juzgue por Gürtel

La defensa del extesorero del PP Álvaro Lapuerta ha apelado a la “demencia sobrevenida” de su cliente -de 87 años- para evitar que se le juzgue por el caso Gürtel y, de no atenderse su petición de archivo, ha pedido su absolución alegando que nunca manejó la caja B que del partido.

Así lo expresa su abogado, Cristóbal Martell, en el escrito de defensa, al que ha tenido acceso Efe, presentado en el marco de la pieza sobre la “primera época” de la trama Gürtel, en la que se sentarán en el banquillo 41 acusados, entre ellos Lapuerta, que se enfrenta a una petición fiscal de 3 años de cárcel por un delito de apropiación indebida.

Martell afirma que Lapuerta padece “demencia sobrevenida” y por ello le es imposible “comprender la acusación que se dirige contra él”, al tiempo que es incapaz de “autodefenderse” en el juicio.

La Fiscalía le acusa de ese delito por consentir presuntamente que el también extesorero Luis Bárcenas (para quien la Fiscalía pide 42 años) se apropiara y ocultara luego en Suiza fondos depositados en la llamada caja B del partido provenientes de donativos de empresarios.

En su defensa, Martell asegura en primer lugar que tiene sus “capacidades intelectivas y cognitivas gravemente afectadas, siendo totalmente incapaz de entender la acusación contra él formulada y, por ende, no pudiendo articular, en ejercicio de su derecho de defensa y autodefensa, hechos impeditivos, extintivos y excluyentes de descargo”.

De hecho, añade que Lapuerta ha sido “incapaz” de colaborar con el abogado a la hora de escribir el escrito de defensa, ya que “solapa datos y fechas, confunde nombres y situaciones y, lo que es más importante, no alcanza a comprender los contenidos del objeto de incriminación”.

Explica que el extesorero ha padecido una hemorragia cerebral y dos traumatismos craneoencefálicos, el último de ellos severo, lo que, unido a su edad, le deja con un diagnóstico de “demencia mixta, vascular y de atrofia primaria neuronal, con afectación o merma significativa en la memoria y en la comprensión de conceptos complejos”.

Cita para probar su estado dos informes médicos forenses del pasado mes de septiembre, que concluyen que Lapuerta padece “persistencia de alteraciones en la memoria que podría llegar a rellenar con falsos reconocimientos, circunstancia que afectan a la fiabilidad de su testimonio” y consideran su situación “crónica e irreversible”.

Los médicos constataron en su examen, afirma Martell, que durante su exploración Lapuerta protagonizaba “fabulaciones y falsos reconocimientos (confusión de hermanos con hijos)”.

Alegando esta enfermedad, Martell pide el archivo de la causa contra él y, en caso de que se rechace, asegura que se le debe absolver porque no cometió ningún delito.

En este sentido, indica que Lapuerta nunca “consintió ni cooperó en actos de apropiación o distracción de dinero procedente de supuesta 'caja B' del Partido Popular” y que “nunca conoció acto apropiativo alguno en perjuicio de las arcas del Partido Popular”.

“En su función de tesorero del Partido Popular, que ejerció desde febrero de 1993 hasta junio de 2008, se sujetó a la disciplina orgánica del partido sin que por razón de su gestión fuera sometido a expediente disciplinario ni, en consecuencia, sancionado, conservando su condición de afiliado”, afirma su defensa.

Respecto a las rúbricas que aparecen en los llamados papeles de Bárcenas, donde este último anotó a mano la contabilidad paralela del partido con donativos de empresarios y pagos a altos cargos, su abogados asegura que él “no rubricó los visés”.

Además, Martell recuerda que el PP nunca ha reclamado a Lapuerta las cantidades que supuestamente se quedó de la caja B, “ni le ha atribuido nunca distracción o falta de diligencia en el ejercicio de su función”.