El Líbano estrena un Gobierno de “unión nacional” para acabar dos años de vacío

Los libaneses miran desde hoy con expectación al nuevo Gobierno de unidad nacional, encabezado por el primer ministro, Saad Hariri, con la esperanza de salir del estancamiento político en el que el país está sumido desde hace más de dos años.

“La formación del gabinete es muy importante ya que demuestra que la reconciliación nacional es posible ya que la mayor parte de los grupos están en el gobierno”, dijo hoy a Efe Ali Hamdan, consejero del presidente del Parlamento, Nabih Berri.

Hariri anunció su gabinete con 30 integrantes la noche del domingo, después de casi dos meses de haber recibido el encargo de formar gobierno por parte del presidente Michel Aoun.

Según Hariri es un ejecutivo que nace con la vocación de “unión nacional” y con el propósito de acometer una urgente reforma electoral.

El nuevo Ejecutivo cuenta con representantes de casi todas las fuerzas libanesas, desde la Corriente del Futuro, de Hariri, hasta el grupo chií Hizbulá, al que se opone frontalmente el primer ministro, además del Partido Socialista Progresista y las Fuerzas Libanesas.

La única excepción fue el Kataeb (Falange, cristianos), que denegó la invitación de Hariri para sumarse al Gobierno y su presidente, Samy Gemayel, rechazó recibir una cartera ministerial.

A pesar de la ausencia de este grupo, Hariri ha incluido a cristianos en su gabinete, que se han distribuido los puestos de forma equitativa con los musulmanes.

La formación del Gobierno ha sido “muy satisfactoria” por haberse realizado en un plazo de un par de meses desde la designación de Hariri y por haber incluido a casi todos los grupos políticos del Parlamento, señaló hoy a Efe Ali Hamdam.

Las tensiones entre los diferentes grupos políticos, en especial entre las fuerzas pro y antisirias, constituyen una de las principales causas por las que Líbano se ha mantenido bloqueado, sin un presidente y un gobierno, durante dos años y medio.

La prioridad del nuevo Ejecutivo, según avanzó Hariri, será la redacción de una nueva ley electoral que ya se aplicaría en los comicios parlamentarios previstos para el próximo mayo o junio.

Hamdan también preconiza la adopción de una ley electoral basada en un sistema “proporcional”, que “dará la posibilidad de ser activos y reducir el tiempo perdido”, en alusión a mas de dos años de parálisis institucional que vivió el país mientras no se logró un acuerdo para elegir a un presidente.

El diputado Ghassan Mukheiber, miembro del bloque parlamentario de Aoun, aseguró a Efe por su parte que “lo más importante es que se haya formado un gobierno antes de las fiestas de fin de año” debido al escaso tiempo que dispone el Ejecutivo para acometer la ansiada reforma electoral.

Por ello, consideró que el Gobierno está dotado de un carácter “interino”, puesto que, según él, “tendrá que preparar la ley electoral para las elecciones parlamentarias y no tendrá la oportunidad de trabajar en reformas fundamentales”.

“Nadie se hace grandes ilusiones y se sabe que va administrar la situación. La vida política es muy complicada en el Líbano. El presidente sólo es garante de la Constitución, un moderador y el jefe del Estado de todos los libaneses”, dijo Mukheiber, al tiempo que avanzó que Hariri “tendrá dificultades porque el sistema político es complicado, pero su capacidad de resistencia y de hacer frente a los obstáculos da esperanzas”.

Según el propio Hariri, la reforma electoral pretende incluir una cuota para una justa representación de las mujeres en el Parlamento.

De hecho, Hariri creó un ministerio para los Asuntos de las Mujeres, cuyo responsable será un hombre, Jean Oghassabian, mientras que la única mujer del gabinete con 30 integrantes, Onaya Ezzedin, ocupa la también inédita cartera para la Reforma Administrativa.

Entre los ministros hay 16 nuevos y los otros catorce estaban en funciones en el gabinete de Tamam Salam o habían ocupado anteriormente carteras.