Líder célula yihadista Melilla:“Todo esto habrá que pararlo de alguna manera”

El líder de la célula yihadista desarticulada en Melilla en 2014, Mustafá Al Lal, acusado de captar combatientes para Al Qaeda para atentar en el Magreb o en Occidente, ha rechazado el “uso de la violencia como un sistema para imponer ideas”. “Todo esto habrá que pararlo de alguna manera”, ha afirmado.

Mustafá Al Lal Mohamed, “Doberman”, ha hecho esta declaración en el juicio celebrado hoy contra él y otros cinco miembros de su célula, cuando la fiscal Dolores Delgado, tras calificarle de “referente social e ideológico del barrio de la Cañada (Melilla)”, le ha preguntado cómo puede contribuir a evitar que se tenga una visión deformada del Islam y justificar las acciones violentas.

Tras “meditar durante estos años” y observar “el daño a familias e inocentes, esto hay que evitarlo a toda cosa”, ha asegurado.

“El islam no manda a la violencia , ni la incita, ni la justifica”, ha manifestado Al Lal riéndose para después renunciar de forma explícita “al uso de la violencia para imponer ideas” y ha terminado su intervención destacando: “Amo a mi gente, amo a mi familia y quiero pasar esto en paz”.

Además de renegar de la violencia, ha reconocido ser el “emir” (líder) de este grupo, que operaba en el entorno de la mezquita de As Salam en Melilla, y ha reconocido que se dedicaba a la captación, radicalización, adoctrinamiento, financiación y posterior envío de voluntarios yihadistas para Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI).

Al igual que el cabecilla, los otros cinco acusados han reconocido los hechos, lo que ha llevado a la fiscal a rebajar a seis años de cárcel para cada uno su petición inicial de 12 años para Al Lal y de 10 años para el resto por integración en organización terrorista.

Los seis, que serán condenados a esta pena al no existir en esta causa más acusación que la de la fiscal, se encuentran en prisión preventiva desde su detención en 2014, si bien cuatro de ellos permanecieron excarcelados 10 meses antes de volver a ingresar en prisión por orden del juez instructor Fernando Andreu para asegurar su presencia en el juicio.

Por ello, en ejecución de sentencia se les deberá restar de los seis años de condena el tiempo que han estado en prisión provisional.

Además de la pena de cárcel, la fiscal ha pedido que se les imponga 10 años de libertad vigilada en el caso de Al Lal y seis años para los otros cinco que cumplirán cuando salgan de prisión.