Madrid ultima los detalles para disfrutar de una Semana Santa ecléctica

Los pasos, listos; las túnicas y capirotes, también; Madrid está preparada para disfrutar de una Semana Santa tan ecléctica como la capital, entre la sobriedad castellana y la pasión andaluza, y en la que el recogimiento propio de estas fechas convive con el ritmo frenético de la ciudad.

“Lo que uno siente cuando está desfilando con su imagen es orgullo, mucho orgullo, pero sin ningún tipo de personalismo”.

Así explica Enrique Guevara, secretario del Consejo de Hermandades y Cofradías de Madrid, el sentimiento común a todos aquellos cofrades que en los próximos días saldrán a las calles de la capital después de esperar estas fechas durante todo el año.

No tan conocida como la sevillana, por ejemplo, la Semana Santa de Madrid tiene algo especial que la diferencia de las demás y el secretario del Consejo de Hermandades y Cofradías no duda a la hora de señalar.

“Lo que mejor la define es el eclecticismo que la mantiene”, argumenta Guevara, quien explica que Madrid, como gran ciudad que es, ha recibido siempre multitud de personas procedentes de todas partes del territorio nacional que han aportado su pequeño granito de arena a la Semana Santa, hasta convertirla en lo que es ahora.

Para el cofrade, la Semana Santa madrileña “bebe un poco de las distintas personas que han venido a convivir a Madrid”, lo que se traduce en una mezcolanza de estilos en lo que a pasos y cofradías se refiere.

“Tenemos hermandades que recogen el más puro estilo castellano, con sus portadas a ruedas; pero también tenemos, y muy presente en nuestras procesiones, el estilo andaluz, el estilo sevillano”, concreta Guevara.

Como uno de los mejores conocedores de la Semana Santa madrileña, explica que los pasos se cuidan con mimo durante todo el año y que las flores se colocan “la noche o la tarde anterior al desfile”, en virtud de cada caso, para que luego puedan lucir esplendorosas por las calles de Madrid.

En Andalucía y Castilla y León, pese a lo diferente de sus tradiciones, cuando toca procesión, la ciudad se para, deja de respirar y pone sus cinco sentidos en los nazarenos y su solemne caminar, sin embargo en Madrid, la ciudad no se detiene.

“Puede darse el caso de que esté pasando una procesión por la Plaza Mayor y unas calles más allá, en la Gran Vía, la gente siga entrando a los musicales, hay una gran diversidad de oferta aunque, cuidado, las procesiones son gratis”, bromea Guevara al respecto.

Desde el miércoles serán cinco días de pasión, sentimiento y solemnidad religiosa en los que doce cofradías, con la novedad de la de la Borriquita, que salió el pasado domingo, serán las protagonistas.

Llega el momento más especial para muchos fieles que, como los costaleros de algunas parroquias -probablemente los más abnegados durante estas fechas- y que, como explica Guevara, han tenido una dura preparación.

“Desde Navidad y semanalmente han ido ensayando por algunas calles en horas que no molestaran, mediante armazones que simulaban la base del paso cargados de sacos de arena o planchas de hierro para que se ajustara al peso real del mismo”, subraya el cofrade.

Recogimiento, silencio, devoción, orgullo y emoción. Con estos cinco adjetivos se podría definir lo que se aproxima, los días grandes de la Semana Santa, “unos días por los que hay gente que ha estado trabajando todo el año o incluso toda su vida”, confiesa Guevara.

Enrique Delgado Sanz