Margallo defiende que “Assad debe ser parte de la negociación aunque no forma parte de la solución”

El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha defendido que el presidente sirio, Bashar al Assad, debe formar parte de las negociaciones para buscar una solución a la crisis siria aunque “no forma parte de la solución” y también ha defendido implicarse con el régimen de Damasco para frenar la expansión del Estado Islámico.

“Lo que dije y repito es que el régimen de Bashar al Assad, incluso Bashar al Assad, debe ser parte de la negociación aunque no forma parte de la solución”, ha explicado Margallo en rueda de prensa al término de la reunión con sus colegas de la UE en la que no han abordado, ha dicho, la participación del presidente sirio en el proceso de Ginebra después de que el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, haya admitido que “al final” habrá que dialogar con el mandatario sirio.

“Entiendo que eso es lo mismo que ha dicho el secretario de Estado, Kerry”, ha recalcado el jefe de la diplomacia española, que ha recordado que España viene defendiendo desde febrero de 2012 la necesidad de “hablar con las dos partes” cuando “hay una guerra” pero que “Bashar al Assad él mismo no podía ser parte de la solución del futuro de Siria dado su historial de crímenes y masacres contra su pueblo”. “Pero una cosa es ser parte de la negociación y otra parte de la solución”, ha reiterado.

CUATRO AÑOS PERDIDOS

Margallo ha lamentado que se hayan “perdido cuatro años” para buscar una solución a la crisis siria y que el Estado Islámico “está aprovechado el desgaste entre las dos partes para ocupar espacios en Siria y también en Irak”.

“Parece obvio que habría que intentar entenderse con el régimen de Bashar y la oposición moderada del Ejército Sirio Libre para que no se siguiesen produciendo vacíos que permitiesen la expansión de Daesh”, ha defendido.

“Si seguimos retrasando esta negociación lo único que estamos es fortaleciendo a este fenómeno Daesh, que ya está en Libia por otra parte”, ha advertido.

El jefe de la diplomacia española también se ha mostrado convencido de que un acuerdo con Irán facilitaría la derrota del Estado Islámico. “Irán podía tener una papel fundamental en Irak, en Yemen, en Líbano y otras partes”, ha defendido el ministro.

Margallo ha admitido la “preocupación creciente” por la penetración del Estado Islámico, no sólo en Libia, Siria e Irak, sino también en el Sinaí egipcio y ahora con la “manifestación de lealtad al Califato” por parte de Boko Haram en Nigeria, que pone de manifiesto que se trata de un fenómeno “mucho más jerarquizado” que “Al Qaeda y sus franquicias”.

El ministro ha defendido la coalición militar encabezada por Estados Unidos contra el Estado Islámico, en la que España participa adiestrando a las fuerzas iraquíes, pero ha insistido en la necesidad de que el papel de los países musulmanes sea “central” para que no sea vista como “una agresión de Occidente contra Oriente”. “Merecen todo tipo de ayuda” pero el “protagonismo” contra el Estado Islámico les corresponde a ellos, ha recalcado.

El ministro ha calificado de “buenas noticias” el hecho de que el Estado Islámico está “retrocediendo en Tikrit” en Irak y ha considerado que gracias a los bombardeos de la coalición internacional al menos en Irak y Siria se está “deteniendo” su expansión e incluso en “algunos casos” retrocede como en Tikrit, al tiempo que ha confiado en que también retrocedan en Mosul.