Margallo llega a Marruecos para asistir a la firma del acuerdo sobre Libia

El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, llegó hoy a la ciudad marroquí de Sjirat, donde los dos gobiernos rivales en Libia firman un acuerdo político, el tercero en un año, para tratar de lograr una autoridad única en un país donde el yihadismo avanza sin cese.

Fuentes diplomáticas españolas informaron hoy de que el objetivo es que este acuerdo de Sjirat -que firmarán representantes de los parlamentos de Tobruk y Trípoli- lleve a la formación de un Gobierno de unidad nacional que sea reconocido por la comunidad internacional.

Ese nuevo Ejecutivo debe incluir un consejo de ministros y llevar a la celebración de unas elecciones en el país en el plazo de un año, que en cualquier caso será prorrogable si es necesario.

Un acuerdo que la comunidad internacional, incluida España que es “vecino marítimo” de Libia, ve clave para la estabilidad y la seguridad del país norteafricano, añaden las fuentes.

Los presidentes de los dos parlamentos rivales en Libia advirtieron el martes de que la firma del acuerdo, bajo los auspicios de la ONU, será a título personal, ya que ninguno de ellos tiene aún mandato de sus respectivas Cámaras para rubricarlo.

Aqila Salah, presidente del Congreso de los Diputados en Tobruk, y Nouri Abu Sahmein, presidente de la Cámara rebelde en Trípoli, que no estarán en Sjirat, comparecieron ante los periodistas y lanzaron el aviso tras reunirse en Malta por primera vez desde que el país se quebrara políticamente en el verano del año 2014.

Tras meses de tensas negociaciones, se ha conseguido llegar a la firma de este acuerdo político que ya dejó prácticamente cerrado el que hasta hace un par de meses era enviado especial de Naciones Unidas en Libia, el español Bernardino León, y que sólo ha sido modificado en cuanto al número de miembros del consejo ministerial.

La ceremonia de firma del acuerdo político sobre Libia, que se celebrará en un hotel de la ciudad balneario de Sjirat, cercana a Rabat, contará con las intervenciones del ministro marroquí como anfitrión, Salahedin Mezouar; del representante especial del secretario general de la ONU para Libia, Martin Kobler, de representantes libios que han intervenido en el proceso de diálogo y de los ministros de Exteriores del resto de países.

A la cita acuden los jefes de la diplomacia de Italia, Catar, Túnez, Turquía y Egipto, además de España, país por el que intervendrá el ministro García-Margallo.

Libia es un estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, desde que en 2011 la comunidad internacional apoyara militarmente el levantamiento rebelde contra la dictadura de Muamar al Gadafi.

Desde entonces, el poder está divido entre dos gobiernos, uno en Trípoli y otro en Tobruk, que luchan por el control territorial apoyados por señores de la guerra, mafias de tráfico de armas y personas y diferentes tipos de milicias.

Del enfrentamiento y el vacío de poder se aprovechan bandas armadas afines al grupo yihadista Estado Islámico, que junto a la Organización de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) han ampliado su influencia en el país y en todo el norte de África.