María Zajárova: “sólo respondo con dureza cuando nos atacan”

La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova, asegura que sólo responde con dureza a declaraciones políticas cuando siente que atacan a su país o a su persona, pero nunca por iniciativa propia.

“No puedo recordar algún momento en que no haya sido políticamente correcta. Déme algún ejemplo”, señala en una entrevista con Efe acerca de su particular estilo como portavoz, que no deja indiferente a nadie.

Su llegada a ese puesto hace poco más de un año supuso una renovación y un soplo de aire fresco por ser la primera mujer en el cargo, su juventud -tiene 40 años- y una personalidad original alejada de convencionalismos.

Con actuaciones como bailar “Kalinka” con tacones de aguja ante los periodistas en una cumbre, sus partidarios la adoran, mientras que sus detractores la consideran a veces agresiva y poco diplomática.

“Sólo he respondido de forma dura cuando he tenido que contestar a algo mucho peor. Yo nunca he atacado ni empleado expresiones fuertes por iniciativa propia”, afirma.

“Por desgracia, desde Washington, Bruselas y otras capitales europeas llegan declaraciones que he tenido que contestar de forma bastante dura”, señala.

“Pero mi elección es la diplomacia, la cooperación, el diálogo, apoyo los valores liberales, no hay nada más valioso para mi que la libertad de expresión y de conciencia”, agrega.

María Zajárova también supuso un gran cambio en la política rusa por ser muy activa en las redes sociales, como Facebook, donde tiene más de 200.000 seguidores y publica tanto declaraciones políticas como fotografías o historias más personales.

“Es mi página personal. La abrí hace seis años y desde 2013 empecé también a escribir algunos comentarios políticos” precisamente cuando sintió que comenzaban los ataques a Rusia.

“Son apreciaciones personales, no oficiales, pero nadie me limita en mis contenidos. Pongo textos, fotos, soy yo, publico lo que es importante para mi, lo que me interesa, no puedo dividirme, como mujer, diplomática, madre, amante de las dachas (casas de campo), de practicar deportes...”, afirma.

Solo intenta dejar al margen a su familia, especialmente porque su marido “no es un personaje público, es un ingeniero y no le gusta todo eso”.