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Mariano Rajoy, testigo con privilegios en el juicio por la corrupción de su partido

El presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy

Pedro Águeda / Marcos Pinheiro

El momento ha llegado. Mariano Rajoy comparece como testigo en el juicio por la mayor trama de corrupción entorno a su partido. Han tenido que pasar ocho años desde que estalló el caso Gürtel para que el presidente del PP comparta con la justicia lo que sabe. No será una declaración más. Se trata de la primera vez que un presidente del Gobierno declara como testigo en un juicio mientras ocupa el Palacio de La Moncloa y no tras abandonarlo, como ocurrió con Adolfo Suárez y Felipe González.

La declaración de Mariano Rajoy tampoco se parecerá a la de cualquier otro testigo. El presidente de la Audiencia Nacional, José Ramón Navarro, tiene previsto salir a recibirlo a la puerta del tribunal. Además, los magistrados han acordado que Rajoy se siente en “estrados”, lo que ubicará al presidente del Gobierno a la misma altura que los abogados de la acusación y del propio tribunal de Gürtel. El testigo Rajoy no tendrá que elevar la mirada al contestarles y se ahorrará la fotografía con los acusados a su espalda. Esta es una guía para seguir el acontecimiento histórico del miércoles.

¿Qué va a hacer Rajoy en la Audiencia Nacional el miércoles?

El presidente del Gobierno declara como testigo en el primer gran juicio del caso Gürtel. Separado en varias piezas, ésta se denomina Primera Época y abarca la presunta actividad criminal de la red de corrupción entre 1999 y 2005. También tiene una limitación geográfica: juzga los delitos cometidos principalmente en la Comunidad de Madrid, y en menor medida en Castilla-León y Andalucía, en los seis años señalados.

Para declarar, Rajoy se tendrá que desplazar a San Fernando de Henares, en el sur de Madrid, porque la Audiencia Nacional tiene allí una sede con dos salas donde se celebran los juicios con un importante número de acusados y, en consecuencia, de abogados, funcionarios, etc… Su ubicación es un polígono industrial en la frontera con Torrejón de Ardoz.

Rajoy quería declarar por videoconferencia. Alegó motivos de despliegue de servicios públicos, de seguridad y de agenda. El tribunal le contestó que desplazarse 18 kilómetros no parecía una gran empresa y que pocos lugares son tan seguros como la Audiencia Nacional, al tiempo que le daba la oportunidad de elegir la fecha.

¿Quién y cómo ha conseguido que declare en el juicio?

La declaración de Rajoy es fruto principalmente de la acción popular, una de las formas de acusación previstas en la ley para la jurisdicción penal. La Asociación de Abogados Demócratas de Europa (Adade), de corte progresista, es una de las acusaciones populares del caso Gürtel, junto a la que conforman miembros del Partido Socialista del País Valenciano (PSPV) y una tercera, el Partido Socialista de Madrid (PSM). La fórmula de la acusación popular impide el monopolio acusatorio de la Fiscalía. Si ésta no quiere acusar a una persona o no ve necesario proponer una prueba, por ejemplo, siempre puede hacerlo la acusación popular.

Rajoy declarará como testigo porque Adade pidió el pasado marzo, por tercera vez, que el presidente del PP compareciera por el caso de corrupción que afecta a su partido. La Fiscalía y la Abogacía del Estado, que representa a la Administración, se posicionaron en contra.

Finalmente, y a diferencia de en dos ocasiones anteriores, una mayoría del tribunal acordó la comparecencia de Rajoy. El presidente del tribunal, Ángel Hurtado, magistrado de tendencia conservadora, se opuso. Sus dos compañeros, el progresista José Ricardo de Prada y el conservador Enrique de Diego, votaron a favor.

La declaración como testigo, ¿es sólo un trámite?

A Rajoy no se le acusa de nada. Aclarado esto, conviene recordar que, a diferencia de un acusado, el testigo tiene obligación de decir la verdad. Si hay indicios de que no lo ha hecho, cualquiera de las partes puede pedir al tribunal que deduzca testimonio, primer paso para que se le investigue por haber mentido, algo bastante inusual. Como testigo, Rajoy no puede estar acompañado de un abogado.

Por otra parte, el presidente no va a declarar como testigo accidental sino por unos delitos que fueron cometidos presuntamente por una veintena de antiguos cargos, muchos locales, del partido que dirige y que llenan la mitad del banquillo de acusados. De hecho, el Partido Popular se sienta como responsable civil subsidiario, esto es, por haberse beneficiado de 245.000 euros procedentes de la red de corrupción en campañas electorales en los municipios madrileños de Pozuelo y Majadahonda.

Adade considera que el testimonio del actual presidente del PP no puede dejar de estar presente en el juicio, como lo han hecho los secretarios generales de las épocas investigadas. Desde el partido rebaten esta afirmación porque en 2003, la fecha de las campañas investigadas, Rajoy no era secretario general, aunque sí vicesecretario. En las primeras jornadas, el principal acusado, Francisco Correa, reveló que la gran obra pública del Gobierno de Aznar llevaba un 3% en mordidas para el PP. Rajoy ya era dirigente de la formación y se sentaba en el Consejo de Ministero que adjudicaba esas obras.

¿Qué orden seguirá la comparecencia del presidente?

Los focos se centrarán el miércoles en el veterano abogado José Mariano Benítez de Lugo, autor del escrito solicitando la declaración del presidente; el mismo que pidió prisión para Luis Bárcenas en el verano de 2013, hecho que aceleró la confesión de la caja B en el PP. El representante de Adade será el primero en preguntar. Estará asistido por Francisco Montiel, el abogado que ha llevado el peso de esa acción popular desde que empezó el juicio.

Después llegará el turno de la Fiscalía, si es que quiere preguntar al presidente. Las fiscales del caso se opusieron a su declaración por no considerar que pudiera aportar novedades a los hechos investigados. En cualquier caso, las fiscales pueden solicitar cualquier aclaración de las respuestas ofrecidas a Adade. Fuentes jurídicas no descartan que, una vez el tribunal consideró oportuna la declaración de Rajoy, la fiscal haya preparado su propio interrogatorio.

Si queda algo todavía por preguntar será el turno del abogado Virgilio Latorre, profundo conocedor del caso Gürtel, en representación de los socialistas valencianos. El congreso de Valencia de 2008 y otros actos en Madrid fueron organizados en parte por la trama Gürtel, a pesar de que Rajoy insiste en que él se deshizo de Correa cuando llegó a la presidencia del partido en 2004. Después le tocaría al PSM y las defensas.

El representante del Partido Popular podría ser de los últimos en preguntar, si lo considera oportuno. El tribunal irá preguntando por filas a las defensas si alguno quiere intervenir. El PP, como presunto responsable civil subsidiario ocupa la tercera y última.

Según publicaron varios medios este lunes, Rajoy ha preparado a conciencia la declaración para evitar responder en muchas ocasiones con un “no lo sé” o un “no recuerdo”, que se interpretaría como una maniobra para evitar responsabilidades.

¿Qué imágenes nos dejará la jornada?

Se trata de una jornada especial en el juicio de Gürtel. Las Fuerzas de Seguridad llevan semanas trabajando en la zona ante comparecencia del presidente del Gobierno. El cordón de seguridad se ampliará entorno al edificio. Los periodistas acreditados para presenciar la entrada y salida de Rajoy no podrán acceder al tribunal y los que sigan el juicio desde dentro no podrán salir en esos dos momentos.

El presidente de la Audiencia Nacional, el conservador José Ramón Navarro, tiene la intención de salir a recibir al presidente a la puerta del tribunal. Resta por saber cuantos metros recorrerá Rajoy a pie, si su coche se detiene justo en el acceso al edificio.

Dentro se producirá una imagen inédita. El tribunal de Gürtel decidió llamar a Rajoy aplicando el criterio que utilizaría con cualquier ciudadano, pero el tratamiento en la Sala no será el de cualquiera. Rajoy declarará “en estrados”, según acordó el tribunal en un auto del 30 de mayo para “preservar su imagen institucional”.

Eso significa que lo hará desde la bancada de los abogados, a la izquierda del tribunal y a la misma altura que éste. En eso se distinguirá de imputados y otros testigos, que lo hacen frente a los jueces y en un nivel inferior. De paso, Rajoy se ahorrará la imagen de aparecer con los acusados a sus espaldas. El tribunal ha permitido que los acusados no comparezcan todas las jornadas si no es necesario. Correa no tiene previsto acudir desde la cárcel donde cumple condena. Luis Bárcenas, por el contrario, no se perderá la declaración de Rajoy.

¿Será la primera y última vez para Rajoy ante el tribunal?

Todo parece indicar lo contrario. Los argumentos del tribunal para aceptar la declaración de Rajoy en el juicio de Gürtel pueden ser utilizados para el que se celebrará por los papeles de Bárcenas, previsiblemente en 2018. Entonces, el proceso entrará de lleno en la financiación irregular del PP a través de una contabilidad paralela.

Esa caja B, acreditada indiciariamente por el juez Ruz antes del juicio de Gürtel, se ha colado una y otra vez en este juicio, también en los interrogatorios a los secretarios generales. Está por ver qué margen da el presidente del tribunal a esas preguntas y si no corta su enunciado con el argumento de que no son objeto de la pieza que se juzga.

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