Ministro de Minas permanece en cargo pese a ruptura de su partido con Temer

El ministro brasileño de Minas y Energía, Fernando Coelho Filho, dijo hoy que permanecerá en el cargo y manifestó su apoyo al presidente Michel Temer, pese a la decisión de su formación, el Partido Socialista Brasileño (PSB), de romper con un Gobierno contra las cuerdas por denuncias de corrupción.

“Más que gestos políticos, el momento exige coraje y actitud. Exige lealtad. La renuncia al cargo de ministro, como pide mi partido, no contribuye a la construcción de una salida para la crisis que enfrentamos”, afirmó el ministro en un carta enviada a su partido y divulgada este martes.

Coelho agregó que decidió permanecer como titular del Ministerio por considerar que es la mejor contribución que le puede dar al país en medio de la actual crisis política y económica.

El Partido Socialista Brasileño (PSB) anunció su ruptura con el Gobierno de Temer y su paso a la oposición el pasado viernes, tras la decisión de la Corte Suprema de abrirle una investigación al jefe de Estado por corrupción.

Los dirigentes de la formación anunciaron ese mismo día que esperaban la renuncia del correligionario que los representaba en el Gabinete para dejar clara su posición de rechazo al Gobierno.

Coelho Filho, sin embargo, manifestó que permanecerá en el cargo luego de haber consultado la decisión con el propio Temer y con representantes de empresas del sector eléctrico.

Según el ministro, las empresas del sector están preocupadas con la posibilidad de que la crisis paralice el Gobierno y afecte aún más un país que enfrentó en 2015 y 2016 su peor recesión en varias décadas.

Voceros del PSB dijeron que, en caso de que el ministro no se desvincule del partido, le abrirán un proceso disciplinario que puede concluir con su expulsión.

Además del PSB, el Partido Popular Socialista (PPS) también abandonó la alianza oficialista y pasó a reforzar las formaciones que exigen la renuncia de Temer.

El jefe de Estado, sin embargo, aún conserva el apoyo del mayoritario Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), del que es presidente, así como de las formaciones más importantes en su amplia base de apoyo, entre las cuales el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y el derechista Demócratas (DEM).

Uno de los miembros del PSDB en el Gabinete, el ministro de las Ciudades, Brujo Araújo, llegó a anunciar la renuncia al cargo el pasado jueves, pero los dirigentes del partido lo convencieron a permanecer hasta nueva orden.

El único ministro que ha renunciado oficialmente hasta ahora es el de Cultura, Roberto Freire, que decidió abandonar el Gobierno el jueves junto con su partido, el PPS.

El escándalo que tiene a Temer contra las cuerdas estalló el pasado jueves con la divulgación del audio de una conversación que tuvo con un empresario en su residencia oficial, en la que parece consentir diversas maniobras ilegales que le son relatadas.

El empresario era Joesley Batista, uno de los dueños del gigante cárnico JBS, quien decidió gravar la conversación con Temer para presentar pruebas en el marco de un acuerdo de cooperación con la Justicia por el que busca reducciones en las posibles condenas que le sean impuestas en diversos procesos por corrupción que enfrenta.

Batista y otros directivos de JBS afirman, entre otras cosas, que le pagaron sobornos a Temer desde 2010 y que en los últimos años financiaron en forma ilegal a 1.829 políticos.

El escándalo puso a temblar el Gobierno de Temer, cuya renuncia es demandada por diversos grupos, y provocó una ruptura en la mayoritaria coalición partidaria que lo apoya en el Congreso.

Temer ha descalificado todas las acusaciones y ha dicho, en dos mensajes dirigidos al país desde el pasado jueves, que no renunciará al cargo que ocupa desde mayo de 2016, cuando comenzó el proceso que acabó con la destitución de la exmandataria Dilma Rousseff.