Los Mossos de Berga hablaron con Venturós para que su arresto fuera poco lesivo

El exjefe de los Mossos d'Esquadra en el Berguedà (Barcelona), el inspector Eduard Cuenca, ha admitido que la detención de la alcaldesa de Berga (Barcelona), Montse Venturós, fue un “mal trago” y que hablaron con ella para que, llegado el día, el arresto fuera de la manera “menos lesiva y sin crear mucho jaleo”.

En una entrevista al periódico Regió-7, Cuenca apunta que, antes del arresto de Venturós (CUP) -que se produjo el pasado 4 de noviembre, tras plantar dos veces al juez que la investigaba por no retirar la “estelada” del Ayuntamiento-, hablaron con ella sobre “cómo se haría posible la detención: de la manera menos lesiva para todos”.

Cuenca, que ejerció como jefe de los Mossos del Berguedà durante once años -la abandonó poco antes de la detención de Venturós- y que actualmente es el máximo responsable de la policía catalana en la comarca del Bages (Barcelona), reconoce que el arresto de la alcaldesa de Berga fue un “mal trago”.

“Es un mal trago para todos. Para el nuevo comisario de Berga, Francesc Hernández, seguro que lo ha sido también. Lo ha pasado mal, porque es una situación con la que no nos enfrentamos nunca. Es muy desagradable tener que detener a un alcalde”, reconoce.

El inspector recuerda en la entrevista que, en su etapa como responsable policial en el Berguedà, habló “muchas veces” con Venturós y que le dijo que, si llegaba el día en el que la tuviera que detener, tendrían que actuar.

“Lo habíamos hablado muchas veces. Con la alcaldesa de Berga teníamos reuniones muy periódicas para tratar muchos temas, y uno de los que nos preocupaban a todos era este (el de la detención). Ella se posicionaba con sus ideales, que son respetables, pero después tendría que haber una consecuencias, y ella lo sabía”, ha dicho.

“Es licenciada en Derecho y, por lo tanto, tiene conocimientos. Se habló de que, si llegaba el día D, cómo lo haríamos: de la manera menos lesiva y sin crear mucho jaleo”, ha reconocido.

Ante las quejas de la CUP por cómo se produjo el arresto -hacia las siete de la mañana, cuando Venturós se encontraba sola en su casa-, el inspector insiste que habían hablado con ella de cómo se haría posible la detención para que fuera “de la manera menos lesiva para todos”.

“Y que, si había que llegar o no este momento, que lo hablásemos. Hablando, la gente se entiende”, apostilla.

El responsable policial alega en la entrevista que los Mossos cumplen las órdenes: “En ocasiones, haces trabajos que te gustan más y otros que menos. Pero, por el cargo que tenemos, los tenemos que hacer, a gusto o a disgusto. Nosotros recibimos órdenes de arriba. En este caso, del juez, porque somos policía judicial”.