Navalni, elegido presidente el nuevo partido opositor ruso Alianza Popular

El líder de la oposición extraparlamentaria rusa, Alexéi Navalni, ha sido elegido presidente de Alianza Popular (AP), partido fundado hoy durante un congreso federal en Moscú.

Navalni, considerado el dirigente opositor con más gancho electoral, recibió el respaldo de 88 de los 108 compromisarios presentes en el congreso, según las agencias locales.

“Estábamos obligados a fundar este partido, ya que en estos momentos nadie representa los intereses de la mayoría de los electores”, dijo Navalni, abogado de profesión y conocido bloguero anticorrupción.

El opositor, que hasta ahora se había resistido a formar parte de un partido tras su expulsión del liberal Yábloko, expresó su confianza en que el Ministerio de Justicia registre la nueva fuerza política.

“Si esto no ocurre, será una nueva confirmación de que todas las declaraciones de las autoridades de que permitirán participar a la oposición en las elecciones son vacías. Ya ahora somos un importante fuerza política sin registrar”, señaló.

Considerado futuro candidato a la presidencia rusa, Navalni logró más del 27 por ciento de los votos en las recientes elecciones a la alcaldía de Moscú, un resultado histórico para la oposición extraparlamentaria.

Navalni, uno de los organizadores en 2011 de las mayores protestas antigubernamentales desde la caída de la Unión Soviética en 1991, aseguró que AP representará los intereses de la mayoría.

Entre los puntos principales del programa de AP figura la reforma de la Constitución para reducir las prerrogativas del jefe del Kremlin en favor del Parlamento, así como elevar el umbral electoral para el acceso de los partidos a la Duma (cámara de diputados).

Además, propone crear la policía municipal en el marco de la reforma de las fuerzas de seguridad.

En el ámbito económico aboga por asignar al fondo de pensiones los ingresos por privatización, al tiempo que defiende la gratuidad de la educación y la sanidad.

Entre las propuestas más polémicas plantea corregir los desequilibrios en la financiación de las regiones, en clara alusión a las ingentes cantidades de dinero del presupuesto que reciben las deficitarias repúblicas del Cáucaso, como es el caso Chechenia.

También se pronuncia a favor de exigir visados paras las antiguas repúblicas soviéticas de Asia Central, de donde llegan cada año millones de trabajadores, con el fin de “frenar el flujo de inmigrantes”.

No obstante, el futuro político de Navalni está en el alero, después de que a finales de octubre la Justicia presentara nuevos cargos contra él y su hermano, Oleg, por estafa, robo y lavado de dinero y embargara los bienes de ambos.

El pasado 16 de octubre el opositor salió en libertad condicional, tras ser suspendida su pena a cinco años de cárcel por un presunto robo de madera.

Aunque no sea condenado, al tener antecedentes penales Navalni no podría aspirar a la jefatura del Kremlin, al menos en 2018, cuando expirará el actual mandato de Vladímir Putin, que no ha descartado presentarse a la reelección.

No obstante, el Tribunal Constitucional publicó el pasado 10 de octubre una disposición legal según la cual los condenados no pueden ser privados de por vida de la posibilidad de presentar sus candidaturas a unos comicios.