Las ferias de armas de Nueva York tendrán nuevos estándares de control de ventas

El fiscal general del estado de Nueva York, Eric Schneiderman, anunció hoy un acuerdo con la Asociación estatal de Coleccionistas de Armas por el que esta entidad cumplirá con nuevos métodos de control en las ferias que organiza.

La principal medida consiste en que todas las armas mostradas por los vendedores privados en las ferias estén etiquetadas de forma que al final del evento se pueda determinar qué armas se vendieron y que se hizo una verificación de antecedentes criminales de los compradores, informó la fiscalía en un comunicado.

La Asociación de Coleccionistas de Armas de Fuego de Nueva York organiza tres grandes ferias que tendrán lugar este año: la de Albany (el sábado y domingo próximos) y las de Syracuse (20 y 21 de abril y 14 a 15 de septiembre).

“La violencia con armas de fuego es una auténtica epidemia”, señaló Schneiderman en la nota, en la que destacó que trabaja con las entidades que organizan ese tipo de ferias “para asegurar que estas armas mortales no llegan a manos de delincuentes, terroristas y otros que no podrían pasar una verificación de antecedentes”.

Este “modelo de procedimiento de ferias de armas” es más estricto que la ley estatal que regula ese comercio, y se desarrolló tras la investigación que Schneiderman ordenó en 2011 sobre eventos de armas estatales y que mostró que con frecuencia se hacían transacciones privadas sin comprobar los antecedentes de los compradores.

El “modelo” incluye medidas como colocar letreros visibles en toda la feria que recuerden a todos los vendedores que la legislación del estado de Nueva York exige una verificación nacional instantánea de antecedentes penales para todos los compradores.

Además, todas las armas de fuego expuestas por vendedores privados deben estar etiquetadas, de forma que al concluir el evento el operador pueda comprobar qué artículos fueron vendidos y si se hizo una verificación de antecedentes.

Hace menos de dos semanas, la cámara legislativa de Nueva York aprobó medidas para endurecer la venta de armas de fuego hasta los niveles más duros de todo EE.UU., en respuesta a la matanza de Newtown, en el vecino Connecticut, del 14 de diciembre, en la que 20 niños y seis adultos fueron asesinados en una escuela por un joven que también mató a su madre y luego se suicidó usando un rifle y dos armas automáticas.