La ONU pide que Irak garantice los derechos de los niños nacidos en áreas liberadas del EI

La ONU pidió hoy al Gobierno de Irak que garantice los derechos de los niños nacidos en áreas que estuvieron controladas durante los últimos tres años por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) y que en muchos casos fueron concebidos por mujeres de minorías religiosas que habían sido raptadas.

Hasta diciembre de 2016 la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) había identificado a casi 800 niños cuyos nacimientos fueron registrados por el EI en zonas bajo su control, según recoge un informe de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos publicado hoy.

Esta es una de las realidades que comienzan a emerger tras la liberación de Mosul, la segunda ciudad del país, a la que ha seguido la actual ofensiva del Ejército iraquí contra el EI en la comarca de Tel Afar (provincia noroccidental de Ninive), la última gran región que controla.

Desde mediados de 2014, el EI multiplicó sus violaciones contra poblaciones de minorías étnicas y religiosas, en particular contra las mujeres de esas comunidades, que en muchos casos fueron raptadas y convertidas en esclavas sexuales.

“El EI atacó en particular a la comunidad yazidi y demostró su intención de destruirla en su totalidad o en parte”, según la ONU, que señala que entre 2.000 y 5.000 personas de esta minoría fueron asesinadas desde agosto de 2014.

Aludiendo a cifras oficiales, el documento indica que unos 6.400 yazidis fueron raptados, de los cuales 3.500 eran mujeres, con un millar de éstas que lograron escapar desde entonces del cautiverio.

El informe de la ONU alude a fuentes confiables que indican que 1.636 mujeres y niñas, y 1.733 hombres y chicos, siguen cautivos del grupo yihadista.

Al difundir estos datos, la ONU pidió al Gobierno iraquí que garantice que las miles de mujeres y niñas que consiguieron sobrevivir a la explotación sexual y otras formas de violencia por parte de los combatientes del EI reciban atención, protección y que se les haga justicia.

Asimismo, el informe considera “fuertemente alarmante” la situación de “cientos de niños nacidos de mujeres en áreas controladas por la organización terrorista, sin certificados de nacimiento o cuyos documentos emitidos por el EI no son aceptados por las autoridades de Irak o el gobierno autónomo del Kurdistán”.

En Irak, la inscripción de un nacimiento requiere que los padres presenten prueba de su estatus marital (de casados) y que dos testigos confirmen las circunstancias del nacimiento del niño.

Tales trámites son imposibles de cumplir especialmente en el caso de niños cuyos padres pueden haber muerto o están desaparecidos.

Igualmente surgen situaciones en las que se desconoce la identidad del padre, aquella en la que un niño ha sido abandonado debido al estigma que porta consigo o la que enfrentan los que viven en campamentos de desplazados, donde no hay oficinas de registro públicas o alguna entidad similar que opere.

“Los niños nacidos en áreas controladas por el EI tienen los mismos derechos legales que cualquier otro ciudadano iraquí y el Gobierno debe garantizar que son protegidos de la discriminación y de abusos”, enfatizó la ONU.

En esta línea, pidió que no se inscriba en los documentos de esos niños ninguna referencia a que nacieron fuera del matrimonio o a que su padre tenía una filiación con el movimiento yihadista.

Por último, la organización pidió a las autoridades de Bagdad que no les dejen sin registrar, pues esto les pondría en situación de apátridas y bajo el riesgo claro de explotación y de tráfico de personas.

Sobre sus madres, el informe de la ONU recuerda la obligación internacional que tiene Irak de asegurar a todas las mujeres que han sido víctimas de la violencia del EI acceso a la justicia y a una reparación.

“Esa obligación incluye garantizar que los autores sean sancionados a través de juicios en tribunales independientes e imparciales, que sean efectuados de una manera que respete la sensibilidad de género de las víctimas”, concluyó.