La ONU pide más acciones contra los conflictos armados cada vez más complejos

La ONU hizo hoy un llamamiento para “eliminar la brecha entre la retórica y la acción” con el fin de hacer frente a los desafíos de unos conflictos armados que se extienden por el mundo, cada vez “más graves” y “más complejos”.

“El número de guerras civiles se ha triplicado en los últimos diez años”, afirmó el vicesecretario general de la ONU, Jan Eliasson, en la apertura de una sesión de dos días de la Asamblea General de Naciones Unidas para analizar temas de paz y seguridad.

Estos conflictos violentos han generado cerca de 125 millones de personas que están “gravemente necesitadas de asistencia humanitaria”, agregó.

“Los conflictos que enfrentamos hoy no sólo son más graves; son también más complejos y más intrincados”, afirmó Eliasson en la apertura de una sesión sobre paz y seguridad a la que asisten decenas de participantes, incluidos veinte ministros.

La reunión se produce en la víspera de que el Consejo de Seguridad realice un debate abierto sobre el efecto de los actos terroristas en la preservación de la paz y la seguridad.

Eliasson, que habló a nombre del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, de visita oficial en África, insistió en la necesidad de reforzar la cooperación entre la ONU y sus estados miembros en la misión de mantener la paz, tanto políticamente como con fondos.

“En algunas áreas, los compromisos retóricos no se han trasladado todavía en acciones concretas”, se lamentó Eliasson, y destacó que ello es particularmente evidente en la prevención de conflictos, pero también en las contribuciones financieras.

“Debemos eliminar la brecha entre la retórica y la acción”, recalcó el diplomático sueco.

Por su parte, el presidente de la Asamblea General, el danés Mogens Lykketoft, hizo un llamamiento a reforzar la cooperación entre la ONU con los estados miembros y reforzar especialmente la prevención.

“La prevención es mejor que la cura”, insistió. “La ONU tiente que estar mejor organizado y mejor equipado para hacer frente a nuevas y amenazas emergentes, como el terrorismo, el cibercrimen, el cambio climático y las epidemias”, agregó.

Entre los participantes en la primera jornada, la titular de Exteriores de México, Claudia Ruiz Massieu, insistió en la necesidad de reforzar el Consejo de Seguridad y revisar el derecho de veto que tienen cinco potencias mundiales.

“No será viable enfrentar exitosamente los desafíos transnacionales del siglo XXI con una estructura que responde a la posguerra del siglo XX”, afirmó la secretaria mexicana de Relaciones Exteriores.

“El Consejo de Seguridad -insistió- no puede representar exclusivamente el interés individual de sus miembros, sino que debe ser una caja de resonancia para los consensos de la comunidad internacional”.

México y Francia son dos países que vienen impulsado la idea de que las cinco potencias con derecho a veto en el Consejo de Seguridad renuncie a ello en casos de crímenes en masa.

Ruiz Massieu recordó que México decidió en 2014 reanudar su participación en las operaciones de mantenimiento de paz y que en siete meses ha desplegado efectivos en misiones destinadas a Haití, el Sáhara Occidental y el Líbano.

También anunció que su país enviará observadores militares a la misión de la ONU en Colombia cuando se conforme ese grupo tras la firma del acuerdo de paz entre el Gobierno de Bogotá y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Por su parte, la ministra argentina de Exteriores, Susana Malcorra, que fue jefa del gabinete de Ban antes de ocupar ese puesto, resaltó la vigencia del concepto de “diplomacia preventiva” que viene defendiendo la ONU desde hace medio siglo.

También insistió en la necesidad de que las operaciones de paz se planifiquen con “claros objetivos e indicadores” para medir su progreso y permitir el desarrollo “de estrategias de salida ordenadas”.

“Creemos que debemos planificar nuestro despliegue inicial en el terreno de manera que el éxito se refleje en la necesidad de no tener que volver”, agregó Malcorra.