La ONU dice que las partes en conflicto en Yemen obstruyen la ayuda humanitaria

El coordinador de asuntos humanitarios de la ONU para Yemen, Jamie McGoldrick, ha alertado que las partes en conflicto en el país obstruyen la entrega de ayuda e interfieren en el trabajo de las agencias humanitarias.

En un comunicado, el responsable mostró su preocupación “por el reducido espacio humanitario en Yemen donde las partes en conflicto continúan obstruyendo la entrega de ayuda humanitaria a las personas necesitadas”.

Aseguró que las agencias para la ayuda humanitaria han estado experimentando “obstáculos, principalmente por las autoridades lideradas por los (rebeldes) hutíes en la capital, Saná”, controlada por el grupo de credo chií.

Además, en Taiz (sur), tercera ciudad del país y controlada por fuerzas leales al Gobierno -reconocido internacionalmente- del presidente Abdo Rabu Mansur Hadi, aunque asediada por los hutíes, “la ayuda alimentaria ha sido saqueada en tres incidentes separados durante un período de dos meses”, dijo.

Aseguró además que once vehículos pertenecientes a organizaciones humanitarias han sido secuestrados en Taiz desde enero de 2017.

“Todos estos incidentes retrasan la provisión de ayuda urgente a las personas más afectadas por el conflicto, al mismo tiempo que ponen en riesgo al personal humanitario”, dijo el responsable de la ONU.

“Insto a todas las partes en el conflicto a que cumplan sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario para facilitar la entrega segura y sin obstáculos de la asistencia humanitaria en las zonas bajo su control”.

Yemen es escenario de un conflicto abierto desde 2014, cuando los rebeldes hutíes ocuparon Saná y otras provincias, y se recrudeció en marzo de 2015 con la intervención de la coalición militar integrada por países suníes, y liderada por Arabia Saudí, a favor de las fuerzas leales al presidente Hadi.

Además, vive la mayor epidemia de cólera en el mundo, ya que ha alcanzado el medio millón de casos sospechosos y ha costado la vida a casi 2.000 personas desde el inicio del brote a finales de abril en el país.