La ONU eleva a 30 el número de yemeníes muertos en los bombardeos del sábado

La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en el Yemen elevó hoy de 18 a 30 el número de fallecidos en los bombardeos del sábado en la región de Arhab (norte del país) y reiteró su condena por la muerte de civiles en la guerra.

“Fuentes, incluidas informaciones de medios, aseguraron que el 10 de septiembre, en vísperas de la Fiesta del Sacrificio, 30 personas murieron y 17 resultaron heridas, entre ellas personal de ayuda y dos niños, debido a varios ataques contra un pozo de agua en la localidad de Beit Saadan, en el distrito de Arhab”, indicó en un comunicado el director de OCHA en el Yemen, Jamie McGoldrick.

Medio cercanos a los rebeldes hutíes informaron el sábado del fallecimiento de al menos 18 personas en bombardeos de la coalición militar liderada por Arabia Saudí en esa zona situada al norte de la capital, Saná.

Según McGoldrick, los hechos se produjeron tras semanas de intensos ataques aéreos y combates sobre el terreno, así como de acciones con misiles desde el Yemen hacia territorio saudí.

“Sigo profundamente conmocionado por los incesantes ataques contra civiles y contra la infraestructura civil en todo el Yemen, cometidos por todas las partes del conflicto”, afirmó el responsable de la OCHA.

Instó a las partes a que respeten los derechos humanos y el derecho internacional humanitario y a que vuelvan a comprometerse con el alto el fuego alcanzado el 10 de abril, así como a apoyar las iniciativas del enviado especial de la ONU para el Yemen, Ismail Uld Sheij Ahmed.

La alianza de ejércitos árabes capitaneada por Riad comenzó una ofensiva militar en el Yemen en marzo de 2015, en respuesta al avance de los rebeldes hacia la ciudad meridional de Aden, que forzó al exilio en Arabia Saudí el presidente yemení Abdo Rabu Mansur Hadi.

McGoldrick informó a finales de agosto de que alrededor de 10.000 personas habían muerto desde entonces, tres millones de personas se habían visto forzadas a abandonar sus hogares y a desplazarse a otras zonas del país y unas 200.000 habían huido fuera del Yemen.

La coalición ha sido acusada reiteradamente de causar bajas civiles con sus bombardeos.

No obstante, esta alianza suele negar o guardar silencio sobre las acusaciones de bombardeos a instalaciones civiles, incluidos hospitales y centros médicos.