La ONU recuerda a Karímov entre quejas de grupos pro derechos humanos

La Asamblea General de la ONU rindió hoy tributo al fallecido presidente de Uzbekistán Islam Karímov en medio de críticas de organizaciones como Human Rights Watch (HRW), que consideran que no merece homenajes dado su historial de represión política y religiosa.

La Asamblea recordó a Karímov con un minuto de silencio y varios discursos, en un acto en el que intervino, entre otros, el secretario general de la organización, Ban Ki-moon.

El diplomático surcoreano trasladó sus condolencias a Uzbekistán y reconoció los “esfuerzos” desarrollados por el fallecido líder para avanzar en el desarrollo económico y social de su país.

Entre otras cosas, Ban destacó el apoyo de Uzbekistán a la paz y seguridad en la región y su papel en el establecimiento de una zona libre de armas nucleares en Asia Central.

También recordó el respaldo ofrecido por el país a Afganistán y su compromiso con las políticas de desarrollo de Naciones Unidas.

Mientras tanto, HRW llamó a boicot del acto, denunciando que bajo la presidencia de Karímov se detuvo a miles de personas por motivos políticos, se utilizó la tortura de forma habitual y hubo matanzas a manos de las fuerzas de seguridad por las que nadie ha respondido ante la Justicia.

A través de Twitter, el director de HRW en la ONU, Louis Charbonneau, defendió que la Asamblea General no debería rendir tributo al “violador de los derechos humanos Karímov, sino a las víctimas de su crueldad”.

Charbonneau consideró “indignante” el homenaje y urgió a los representantes de los distintos países a no acudir a la ceremonia.

Karímov, que gobernó Uzbekistán con mano de hierro durante más de un cuarto de siglo, falleció el pasado 2 de septiembre a los 78 años tras sufrir un derrame cerebral.