Obama y el rey Salmán abordan preocupaciones comunes sobre Siria y Yemen

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el nuevo monarca de Arabia Saudí, el rey Salman, discutirán hoy en la Casa Blanca sobre los conflictos de Siria y Yemen, de “común preocupación” para ambos países, así como otras cuestiones que ayuden a la estabilización de Oriente Medio.

“Este es obviamente un momento difícil para los asuntos mundiales, especialmente en Oriente Medio, y por ello esperamos tener una conversación a fondo sobre una amplia gama de cuestiones”, dijo Obama a los periodistas antes del comienzo de la reunión.

“Compartimos la preocupación por Yemen y la necesidad de restaurar un gobierno que funcione y que sea inclusivo, que pueda aliviar la situación humanitaria allí”, agregó el mandatario.

Asimismo Obama, se refirió a la crisis en Siria, sobre la que aseguró los dos líderes tratarán de encontrar un camino para “un proceso de transición política” que pueda finalmente poner fin al conflicto horrible allí.

El presidente estadounidense y el rey saudí también tratarán sobre su cooperación en la lucha antiterrorista, “incluyendo la batalla contra el Estado Islámico (EI)”.

“Y vamos a discutir la importancia de aplicar efectivamente el acuerdo para asegurarnos de que Irán no obtiene tiene armas nucleares, mientras que contrarrestamos sus actividades desestabilizadoras en la región”, añadió.

Por su parte, el monarca saudí destacó la estrecha relación entre su país y Washington y subrayó la necesidad de seguir ahondando en sus intercambios comerciales.

“La nuestra es una economía libre, y por lo tanto debe permitir que los empresarios intercambien oportunidades, porque si la gente ve que hay intereses comunes, las relaciones entre ellos serán más favorables. Nuestra relación debe ser beneficiosa para los dos, no sólo en el campo económico, sino también en el político, militar y de defensa”, dijo el rey.

Esta es la primera visita oficial a Washington del monarca saudí, de 81 años, desde que ascendiera al trono tras la muerte de su hermano, el rey Abdalá, en enero, y el primer encuentro entre ambos líderes desde entonces, cuando Obama viajó al país árabe.

Salman se ausentó de la cumbre de países del Golfo que el presidente organizó en Camp David, una ausencia que fue considerada por muchos expertos como un símbolo de renuencia del rey saudí a las conversaciones que por entonces estaban avanzando entre Teherán y la seis potencias internacionales.