Okinawa elige nuevo gobernador con las bases americanas en el punto de mira

La prefectura nipona de Okinawa vota hoy para elegir a su gobernador en unas elecciones que se han planteando como un referéndum sobre la polémica reubicación de una base militar estadounidense en estas islas del sur de Japón.

Se trata de la primera oportunidad de los habitantes de esta meridional provincia para pronunciarse sobre la decisión de su actual gobernador, Hirokazu Nakaima, de autorizar el traslado de la base militar estadounidense de Futenma al norte de la isla principal de la región.

El asunto tiene un alto calado político y emocional en una zona con un intenso antimilitarismo donde muchos de sus habitantes rechazan la enorme presencia de soldados estadounidenses.

Okinawa alberga a más de la mitad de los cerca de 48.000 efectivos que EEUU mantiene en Japón, y un 20 por ciento del suelo de la isla principal de la provincia es terreno militar estadounidense.

Nakaima, de 75 años, persigue el hacerse con su tercer mandato y cuenta con el apoyo del Partido Liberal Democrático (PLD) del primer ministro Shinzo Abe.

El actual gobernador se enfrenta a varios candidatos “anti-relocalización”, entre los que se encuentran el ex alcalde de Naha Takeshi Onaga, que se sitúa como claro favorito, y el cantante y político pacifista Shoukichi Kina.

Por su parte, otro de los candidatos, el exministro Mikkio Simoji, ha planteado la celebración de un referéndum para resolver la cuestión de la reubicación de la base estadounidense.

Tras años exigiendo que las instalaciones fueran trasladadas fuera de estas islas, el pasado diciembre las autoridades locales autorizaron que comenzaran las obras en la zona costera de Henoko, donde tiene previsto ubicarse la nueva base.

Tokio ha defendido este plan de relocalización alegando que es la “única solución viable” para, manteniendo la presencia estadounidense en el territorio, hacer frente a los peligros que supone que la actual base de Futenma se encuentre en una zona urbana altamente poblada.

La polémica base de 480 hectáreas se sitúa en el mismo centro urbano de la localidad de Ginowan (94.000 habitantes), completamente rodeada de viviendas y edificios públicos, lo que durante años ha generado protestas de sus ciudadanos por el ruido y por la posibilidad de que se produzcan accidentes.

Tokio y Washington firmaron un acuerdo en 1996 para trasladar la base, después de que un año antes la violación de un niña por un soldado estadounidense desatara un enorme sentimiento en contra de la presencia de las tropas de EEUU en Okinawa.

El proyecto se ha ido retrasando desde entonces ante la fuerte oposición de los políticos y la población local que abogan por ubicar la base fuera de este archipiélago.

El Gobierno central ha fijado la fecha de febrero e 2019 como el plazo para finalizar las operaciones en Futenma.