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“One: Number 31”, de Jackson Pollock, muestra su cara original en el MoMA

"One: Number 31", de Jackson Pollock, muestra su cara original en el MoMA

EFE

Nueva York —

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Tras un año de restauración en el que se confirmó que el cuadro había sufrido un dañino arreglo póstumo, “One: Number 31”, de Jackson Pollock, ha vuelto hoy a las paredes del MoMA de Nueva York casi tal y como su autor lo concibió.

Con su peculiar manera de lanzar, casi escupir la pintura contra el lienzo, de pintar en horizontal y no en vertical, el maestro del expresionismo abstracto Jackson Pollock (1912-1956) siempre estuvo preocupado por cómo sus cuadro aguantarían el paso del tiempo y las restauraciones.

“Sus materiales eran muy robustos y él, o más bien su entorno, tenían cierta preocupación sobre cómo su obra resistiría las agresiones del paso del tiempo. Pero en realidad, ha aguantado bien y este cuadro ha sido un placer como restauradora. Estaba en muy buena forma”, explica a Efe la asistente de conservación del MoMA, Jennifer Hickey.

Para “One: Number 31” el tiempo sí se había traducido en algunas partes cuarteadas, pero este lienzo de 2,7 por 5,3 metros que Pollock pintó en 1950, acusaba sobre todo la acción de una mano anónima que las había arreglado y que tenía a los conservadores del MoMA en jaque desde que hicieron una retrospectiva suya en 1998.

“Se dieron cuenta, con una inspección a simple vista, de que había áreas que no se correspondían con las técnicas de Pollock y que había que mirarlas más detenidamente”, asegura Hickey, quien en el último año ha estado trabajando a las órdenes de James Coddington, el jefe de conservación del museo neoyorquino.

“Tomamos esas áreas que parecían notablemente diferentes en color, textura y técnica, y las investigamos a fondo. Separamos químicamente las capas y confirmamos nuestras sospechas al tomar muestras de algunas de estas áreas y ver que correspondían a años después de la muerte del propio Pollock”, asegura la restauradora.

Sin más documentación que una fotografía realizada en 1962 que mostraba sutiles diferencias con el aspecto que había lucido en las últimas décadas “One: Number 31”, descubrieron que la pintura añadida posteriormente se correspondía con las técnicas de restauración de una época menos purista que la actual.

Con técnicas de rayos X y ultravioleta, vieron que detrás de esas áreas repintadas “había pintura descascarillada que había sido tapada, pero el área que había sido repintada abarcaba bastante más que las grietas del cuadro, por lo que consideramos importante ver qué había detrás”, afirma Hickey.

“Pero no sabemos nada explícito sobre lo que pasó con él”, prosigue quien reconoce que el nuevo aspecto del cuadro, para el visitante de a pie, “llamará más la atención por el proceso de limpieza que hacemos a cualquier cuadro cada 50 años, y que también hicimos a este antes de la restauración, que por la restauración en sí”.

Pero para los amantes de Pollock y los quisquillosos de su arte, este descubrimiento confirma que, pese a su aparentemente anárquica manera de aplicar la pintura, el artista estadounidense no dejaba nada al azar a la hora de captar esa tormentosa abstracción.

“A Pollock le preocupaban mucho los pequeños detalles, siempre consideraba la composición. Y las partes superpuestas no desvelaban ese mismo cuidado”, además de haber sido pintadas en vertical, argumenta Hickey,

Hoy “One: Number 31” ha vuelto, limpio y sin añadidos, a las paredes del MoMA para disfrute de su público y su restauradora celebra tanto lo visible como lo invisible de su trabajo, que es en última instancia el objetivo de la restauración.

“Se ve fantástico en la galería. Cuando estás delante viendo el cuadro, te das cuenta de que la limpieza le da más energía, le devuelve la frescura. Y si te acercas más y ves los detalles, se puede ver lo que hemos trabajado, pero no es algo que salte a la vista”, concluye.

Otro cuadro de Pollock, “Number 19”, alcanzó el pasado día 15 un récord para este artista en una subasta, al venderse por un 58,3 millones de dólares en una venta realizada en Nueva York por la casa Christie's.

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