Orbán se reunirá mañana con los responsables de la UE en plena crisis de refugiados

El primer ministro magiar, Viktor Orbán, se reunirá mañana con los máximos responsables de las instituciones comunitarias en plena crisis de refugiados y migratoria en Europa, en la que Hungría sirve de zona de tránsito a esas personas hacia otros países y cuya gestión no ha estado ausente de críticas.

Orbán se entrevistará con los presidentes del Parlamento Europeo (PE), Martin Schulz, con quien realizará una breve comparecencia ante los medios de comunicación; con el del Consejo Europeo, Donald Tusk, y con el de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker.

Hungría ha solicitado a la CE una financiación de emergencia de 8 millones de euros para aumentar la capacidad de los centros de primera recepción y acogida de los refugiados e inmigrantes, y el Ejecutivo comunitario está “acelerando” respecto a esa petición, dijo hoy la portavoz Natasha Bertaud.

Las reuniones entre Orbán y los líderes comunitarios se celebrarán en plena polémica por la alambrada que Hungría acaba de levantar y la construcción de una segunda valla más sólida y de cuatro metros de altura que espera concluir en noviembre, así como por el trato a los refugiados, tras la reciente intervención de la Policía con gases lacrimógenos en un campamento.

Budapest también ha suscitado críticas por, primero, dejar pasar a cientos de refugiados en tren hacia Europa Occidental y, después, impedírselo.

Las autoridades húngaras han interceptado en lo que va de año a más de 150.000 personas procedentes de países en conflicto, que en su gran mayoría quieren seguir viaje hacia países más ricos de Europa, como Austria o Alemania.

Los encuentros en Bruselas tendrán lugar un día antes de que los jefes de Gobierno de la República Checa, Eslovaquia, Polonia y Hungría, que integran el Grupo de Visegrado (V4), se reúnan en Praga para consensuar su postura contraria al reparto por cuotas obligatorias de los refugiados que llegan a la Unión Europea (UE).

La cita ha sido convocada en un momento en el que algunos socios de la UE, como Francia o Alemania, han exigido el establecimiento de cuotas obligatorias para repartir la carga de los refugiados.

El canciller federal de Austria, Werner Faymann, ha indicado que su país, como contribuyente neto en la UE, podría negarse a continuar financiando algunos proyectos comunitarios, si los otros socios no aceptan el sistema de cuotas.

Juncker también se reunirá el viernes en Bruselas con el vicecanciller federal de Austria, Reinhold Mitterlehner.

La CE trabaja actualmente en nuevas propuestas, como una lista común de países de origen seguros y un mecanismo permanente de reubicación de refugiados con un reparto vinculante, medidas que Juncker prevé anunciar en su discurso sobre el estado de la Unión y tener adoptado en el colegio de comisarios a tiempo para el día 14.

El mecanismo, que podrá ser activado automáticamente en una crisis, no incluirá números, pero sí unos criterios de reparto “en línea” con los ya propuestos en mayo pasado y que otorgaban diferentes pesos a indicadores como el PIB, la población, la tasa de desempleo y el esfuerzo previo de acogida realizado.

La CE está abierta a discutir dichos indicadores, que, según fuentes comunitarias, no llegaron nunca a debatirse realmente tras la propuesta de mayo para el reparto de 40.000 solicitantes de asilo, ante el rechazo de varios países, entre ellos España, a que el sistema sea obligatorio.

Hoy el portavoz comunitario Margaritis Schinas recordó que esa propuesta “todavía está pendiente”.

Los países comunitarios decidieron que el sistema fuera voluntario y solo se comprometieron a repartirse 32.256 personas.