El PP ve a Iglesias como “un farsante” que hace el juego a los independentistas

El portavoz adjunto del PP en el Congreso, Carlos Rojas, ha dicho hoy que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, es un “farsante autoritario” que “hace el juego a los que quieren quebrar la ley” al alertar que España va a un “Estado de excepción”, porque el Gobierno usa las instituciones de forma partidista.

En declaraciones a EFE, se ha referido al discurso de Iglesias en la primera reunión del grupo parlamentario confederal de Unidos Podemos en este periodo de sesiones del Congreso, así como a varios publicaciones en su cuenta personal de Twitter respecto al reto soberanista catalán.

Iglesias ha opinado que los actuales acontecimientos políticos sitúan a España en el camino hacia un “Estado de excepción” porque el Gobierno usa las instituciones de forma partidista, que “aún es mayoritaria en Cataluña la opción de un nuevo encaje jurídico en España con más autogobierno y reconocimiento como nación” y que “la conciencia nacional catalana es mayoritaria y hegemónica”, pero “el independentismo, en cambio, tiene mucho de reacción popular al PP”.

A ello, el portavoz popular ha manifestado que Iglesias “se ha descubierto como un farsante autoritario que defiende el derecho de autodeterminación cuando en su partido no lo aplica” y ha tildado sus opiniones de “mezquinas”.

Ha pedido a Iglesias que explique “si quiere ir contra la ley” y contra el Estado de derecho y ha añadido que “una vez más” el líder de Podemos intenta dañar al Gobierno y “vuelve a intentar erigirse como el capitán del alboroto” y del “desorden”, ya que es allí “donde se encuentra cómodo” y “puede obtener rentabilidad política”.

Para Rojas, Iglesias elige la “arrogancia frente a la responsabilidad” al hablar de España como un estado represor y eso, ha soslayado, “es no tener ni idea del país en el que vive”.

“Iglesias debería apoyar al Gobierno y ser serio”, ha afirmado Rojas, quien le ha instado a “no hacer esas declaraciones” y a “exigir el cumplimiento de la ley”, algo “básico y clave”, ha recordado, para un Estado de derecho.