PSE critica el “desatino” y la “falta de rigor” de Gobierno vasco por incluir a miembros de ETA en su lista de víctimas

El PSE-EE ha criticado el “desatino” y la “falta de rigor y criterio” del Gobierno vasco por incluir en el documento de 'Retratos municipales de las vulneraciones del derecho a la vida en el caso vasco (1960-2010)' “a, al menos, a 21 miembros de ETA” que no aparecen en la Ley de Reconocimiento y Reparación a las Víctimas del Terrorismo de 2008, ni en el Decreto sobre víctimas de abusos policiales, y que fallecieron en enfrentamientos con la policía o por enfermedad.

El portavoz parlamentario del PSE-EE, José Antonio Pastor, ha registrado en el Parlamento vasco una iniciativa con ocho preguntas para su respuesta por escrito dirigidas al lehendakari, Iñigo Urkullu, sobre el contenido de “Retratos municipales de las vulneraciones del derecho a la vida en el caso vasco (1960-2010)”.

En la iniciativa, Pastor recuerda que la Secretaría de Paz y Convivencia ha elaborado los documentos denominados “Retratos municipales de las vulneraciones del derecho a la vida en el caso vasco (1960-2010)”, que sitúan en 128 municipios de Euskadi a las personas muertas por alguna causa de motivación política.

Dichos retratos, explica, arrancan de los contenidos del “Informe-base de vulneraciones de derechos humanos en el caso vasco 1960-2013”, encargado en 2013 por la Secretaría que dirige Jonan Fernández a Manuela Carmena, Jon Mirena Landa, Ramón Múgica y Juan María Uriarte, que pretendía “ofrecer una clasificación y cuantificación de las vulneraciones de derechos humanos constatadas desde 1960 en el contexto de la violencia con intencionalidad política padecida en nuestro país”.

Pastor indica que los “retratos municipales” recogen “en algunos casos, junto a las personas que fueron víctimas de organizaciones terroristas (las distintas ramas de ETA y los grupos de extrema derecha y parapoliciales), fallecidos por actuaciones de las Fuerzas de Seguridad, vulneraciones del derecho a la vida de autoría confusa y otros”, y “otros casos que necesitan mayor contraste”.

En los tres últimos apartados, precisa, “figuran, al menos, 21 miembros de ETA no incluidos en la Ley de Reconocimiento y Reparación a las Víctimas del Terrorismo de 2008 ni en el Decreto sobre víctimas de abusos policiales, y que fallecieron en enfrentamientos con la policía o en otras circunstancias, en algún caso por suicidio o por un cáncer”.

Asimismo, subraya, “se han incluido casos dudosos o que ya han sido analizados con resultado negativo por parte de la Comisión de Valoración del Gobierno Vasco que trabaja en el reconocimiento de las víctimas de abusos policiales en el periodo 1960-1978”.

Pastor advierte que los “retratos municipales” no son “una relación más o menos rigurosa y discutible de vulneraciones del derecho a la vida” en Euskadi. Por el contrario, indica, “pretende ser, como figura en su encabezado, un documento de la Secretaría de Paz y Convivencia ofrecido a los ayuntamientos para facilitar el impulso de actuaciones memoriales y de reconocimiento a las víctimas”. “Esa, y no otra es su finalidad declarada”, remarca.

En ese sentido, recuerda que en el acto celebrado el pasado 4 de septiembre en Bilbao, se hizo entrega de los retratos correspondientes a los alcaldes de los 128 municipios de Euskadi donde se han producido víctimas mortales al que acudió el lehendakari y el secretario de Paz y Convivencia. En su intervención, destaca el parlamentario socialista, el lehendakari “invitó expresamente a los ayuntamientos a que, basándose en la documentación entregada, organicen en sus municipios actos de reconocimiento y homenaje a estas víctimas”.

En opinión de los socialistas vascos, “la falta de rigor y criterio evidenciado en la redacción de los 'Retratos municipales de las vulneraciones del derecho a la vida' no es propia de un órgano del Gobierno vasco, ni de una política de memoria fundada sobre bases y valores sólidos”. Por el contrario, considera que “sólo contribuyen a la confusión y equiparación que se dice querer evitar” porque “su resultado es situar en un mismo plano violencias de distinto signo y entidad, contribuyendo a difuminar la centralidad del terrorismo de ETA y a asentar la teoría del 'conflicto político' como explicación de lo sucedido en Euskadi en los años anteriores y posteriores a la recuperación de la democracia”.

Por ello, Pastor pregunta al lehendakari quién ha sido la persona o personas que ha redactado los “Retratos municipales de las vulneraciones del derecho a la vida en el caso vasco (1960-2010)” y, si es ajena a la Secretaría de Paz y Convivencia, qué retribución ha recibido por su trabajo.

También pregunta “quién ha supervisado y dado el visto bueno al contenido de dichos 'Retratos municipales' para su publicación y entrega oficial a los ayuntamientos afectados” y si, a la hora de elaborar los listados de víctimas que se incluyen, “se han tenido en consideración los criterios y resoluciones de la Comisión de Valoración de víctimas de abusos policiales constituida por el Gobierno vasco para resolver los casos entre 1960-1978”.

Los socialistas también quieren saber “cuál ha sido la decisión de la Comisión de Valoración en los casos dudosos que se incluyen en los ”Retratos municipales“ y si la Secretaría de Paz y Convivencia estima que esos casos son ”dudosos“ o ”de autoría confusa“, o que merecen aún una investigación más exhaustiva, ”por qué los ha incluido en un listado, aunque sea en un epígrafe diferente, junto a otras víctimas y, sobre todo, junto a las víctimas del terrorismo“.

También requiere al lehendakari que explique que “en un documento que tiene por objeto 'facilitar el impulso de actuaciones memoriales y de reconocimiento a las víctimas' en los municipios vascos se incluyan en el mismo plano víctimas del terrorismo, victimarios fallecidos en enfrentamientos con la policía en circunstancias más o menos confusas y casos de autoría dudosa o sin suficiente investigación”.

Por último, pregunta al lehendakari si considera que “este tipo de actuaciones desarrolladas desde la Secretaría de Paz y Convivencia contribuyen a asentar en Euskadi una memoria veraz de lo ocurrido, sin equiparaciones y respetuosa con las víctimas del terrorismo”, y e insta a responder “qué va a hacer para corregir estos desatinos”.