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El PSOE se apea de seguir de la mano del PP en el aforamiento del rey para evitar tensiones internas

Soraya Rodríguez, portavoz del PSOE en el Congreso

Manuel Sánchez

El PSOE considera que ya ha pagado bastante coste interno y externo por mantener lo que denomina “lealtad constitucional” durante todo el proceso de la abdicación del Rey Juan Carlos.

Por ello, ha decidido no pasar por un proceso impuesto por el Gobierno, que se salta todas las normas parlamentarias y mandatos del Tribunal Constitucional, para acelerar el aforamiento del anterior monarca y de parte de la Familia Real.

En la reunión de la ejecutiva permanente del PSOE se decidió abstenerse en la votación en el pleno de jueves, lo que tiene relativa poca importancia de cara al resultado final -basta la mayoría absoluta que tiene el PP para sacar adelante las dos enmiendas añadidas a una ley orgánica ya en trámite, con las que se blinda al Rey-, pero de cara a los socialistas tiene mucha importancia este gesto.

El PSOE estaba sangrando por la herida desde la abdicación del rey por su apoyo incondicional a todo lo que hiciera el Gobierno. De hecho, Alfredo Pérez Rubalcaba se quedó al frente del partido por este motivo, al objeto de garantizar una transición de ambos monarcas controlada. Así lo admitió él mismo en su última Ejecutiva.

Pero tanto entreguismo ha pasado factura al PSOE. Y, este lunes, se decidió dar un paso atrás en el modelo de aforamiento del Rey Juan Carlos, donde los socialistas dejarán al partido del Gobierno prácticamente en solitario en su aprobación.

En el PSOE se estaba abriendo internamente el debate entre Monarquía y República, y una parte de su electorado más de izquierdas no entendía el argumento de respetar el llamado “consenso constitucional”. Y empezaba a preocupar mucho. Por ello, se ha decidido apartarse del PP.

No obstante, los socialistas están a favor de buscar un marco jurídico que blinde al Rey al mismo nivel que cualquier diputado -aforamiento, no es inviolabilidad-, pero quieren un proceso más reflexivo, consensuado y debatido en sede parlamentaria. Y una ley orgánica propia.

La posición del PSOE decidida este lunes ha sido la misma que han expresado previamente, en distintas declaraciones públicas, los dos aspirantes con más posibilidades a liderar el PSOE en los últimos días, sin consultar previamente al partido: Pedro Sánchez y Eduardo Madina.

El hecho no deja de ser significativo porque parece que Ferraz ya empieza a escuchar las posiciones de sus futuros líderes y no quiere crear tampoco más conflictos internos.

Dicho todo esto. Nada está cerrado definitivamente. El PP quiere acercar posturas con el PSOE, y no está descartado plenamente que se llegue a un acuerdo antes del jueves. Los socialistas, de momento, mantienen que eso sólo será posible si se aceptan sus posicionamientos.

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