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El PSOE mantiene la incógnita sobre qué hará si Rajoy fracasa

Pedro Sánchez conversa con César Luena durante el Comité Federal

Irene Castro

El PSOE cierra filas en torno al “no” por ahora a Mariano Rajoy. Esa será la postura que trasladará Pedro Sánchez en la reunión que previsiblemente mantengan la próxima semana. Sin embargo, los socialistas se autoimponen una serie de premisas que permiten entrever un escenario para el que no dan respuestas. Al menos no lo han hecho en la reunión del Comité Federal que se ha prolongado durante seis horas este sábado. 

El líder socialista ha roto su silencio para reiterar la negativa a la investidura del presidente en funciones, a quien emplazan a buscar los apoyos que necesita para sacar adelante la formación de Gobierno. Sánchez ha admitido que se quedará en la oposición, como le reclamaban los principales barones. Ahora bien, ha asegurado que para poder ocupar ese lugar, primero debe haber un Ejecutivo al que, según su plan, dirá que “no”. 

El rechazo del PSOE complica el camino a Rajoy, que tiene casi imposible reunir la mayoría suficiente para seguir en Moncloa con Ciudadanos, PNV y Convergència. En ese punto, fuentes de la dirección socialista admiten que se encontrarán tarde o temprano un “problema” porque su tercera premisa –tras el “no” a Rajoy y la de quedarse en la oposición– es evitar terceras elecciones. 

La presidenta andaluza, Susana Díaz, principal rival de Sánchez, ha establecido las tres condiciones: votar no a Rajoy y evitar la “catástrofe” de unas terceras elecciones. “Solo de los intereses de España seremos muleta y soporte”, ha expresado Díaz en su intervención a puerta cerrada. Además, le ha trasladado su opinión de que el PSOE no puede intentar formar Gobierno. “Puede ser una pesadilla”, ha dicho la presidenta, que ha pedido que ese posicionamiento “debería salir claro de aquí” (en referencia al Comité Federal).

Sin embargo, el cónclave interno ha terminado sin una resolución que fije los planes del PSOE ante el escenario plausible de que se bloquee la investidura. La dirección lanza balones fuera –“no hay resolución porque tiene que ser Rajoy el que lo va a intentar”, señalan fuentes oficiales– y se remiten a la resolución que aprobó el PSOE el 28 de diciembre.

En aquella ocasión, el Comité Federal estableció que le correspondía a Rajoy intentar formar Gobierno; al PSOE, quedarse en la oposición e intentarlo en caso de fracaso del presidente en funciones sobre la base de unas líneas rojas. Los barones estaban entonces de acuerdo con aquel planteamiento siempre y cuando Sánchez no se saltara las condiciones de negociación que le habían impuesto

Pero ahora el escenario ha cambiado porque el PSOE y uno de los que podrían ser sus socios (Ciudadanos) han perdido fuerza. Además, destacados dirigentes socialistas reconocen que esta vez el “pacto transversal”, que ya fracasó, es imposible porque Albert Rivera y Pablo Iglesias “se vetan mutuamente”. 

Ante esa previsible situación de bloqueo, hay dirigentes que admiten que tendrán que celebrar un nuevo Comité Federal en el que se tomará la decisión de “bloqueo sí o bloqueo no”. “No se le pueden das respuestas tan simples a realidades tan complejas”, confesaba un presidente autonómico sobre la reunión mantenida este sábado de la que solo ha quedado claro el “no” inicial de los socialistas. 

La división sobre los siguientes pasos ante el posible fracaso de Rajoy sigue latente en las filas socialistas. Los barones más afines a Sánchez abogan por que vuelva a intentar llegar a Moncloa. Miembros críticos del Comité Federal han acusado a Sánchez de haber promovido de manera “concertada” esa posición. Frente a ellos, los dirigentes territoriales de más peso lo rechazan plenamente. Además, algunos de ellos, como Emiliano García-Page y Guillermo Fernández Vara, abren la puerta a una posible abstención de última hora para evitar el bloqueo institucional si Rajoy logra más apoyos que sus 137 diputados.

Otro plan: abstención consensuada con todas las fuerzas

Otros dirigentes apuntan a que la “responsabilidad de evitar unas terceras elecciones sea colectiva del Parlamento”, es decir, que lleguen a un acuerdo con el resto de fuerzas parlamentarias para “abstenerse todos” y que siga gobernando Rajoy sin que el castigo recaiga solo sobre un partido. Esa será, igualmente, una posibilidad que tendrán que explorar en el futuro. En lo que todos coinciden, por ahora, es en que el líder del PP tiene trabajárselo. 

Fuentes socialistas admiten que el primero que dé el paso de la abstención se verá penalizado y todos miran al Congreso interno en el que se dirimirá el liderazgo. Susana Díaz y el presidente manchego dejan claro que será Sánchez, como secretario general, el que tendrá que gestionar la decisión. El líder socialista aún se guarda la baza de hacer una consulta entre la militancia. “Habrá que determinar la pregunta: ¿Quieres que haya unas terceras elecciones?”, señala un dirigente crítico, que considera que así podrán explicar que el PSOE puede seguir cayendo. 

Críticas por la autocomplacencia de Sánchez

Buena parte del Comité Federal ha girado en torno al “insatisfactorio” resultado del 26J, en el que el PSOE reeditó su peor resultado en unas generales con la pérdida de cinco escaños y 100.000 votos respecto al 20D. Sánchez ha reconocido su insatisfacción, pero no ha reflexionado sobre las causas de la caída mientras que sí ha dado razones del “declive electoral de Iglesias”, como su decisión de tratar al PSOE como al “adversario”: “La mayoría de votantes progresistas frenó al conglomerado de 25 siglas de Iglesias. La derecha y ellos fracasaron. Fracasó el hijo político de Anguita como fracasó Anguita. No lo logró él como no lo logró el padre”, ha reprochado. 

Algunos barones se han quejado de la escasa autocrítica del secretario general. “No es bueno acostumbrarse a perder y no darse cuenta de que te has acostumbrado”, reflexiona un presidente socialista. Díaz, Lambán y Fernández han asegurado que el PSOE no se puede “conformar” con esos resultados.

Eduardo Madina, que compitió contra Sánchez por el liderazgo hace dos años, le ha acusado de “no asumir su responsabilidad de un fracaso histórico”. Además, ha asegurado que planteó durante la carrera por la Secretaría General que levantaría los resultados y que se ha producido el efecto contrario. Por eso le ha dicho que realiza “análisis imaginarios”. Madina ha mostrado preocupación por un PSOE “en sus horas más bajas”. ¿Sabéis cuál es la evolución de voto desde el último Congreso? Uno menos cada minuto“, ha zanjado el diputado por Madrid.

En su turno de réplica, Sánchez ha respondido a las críticas reconociendo que no se siente “cómodo” con el resultado y ha dejado el análisis de la caída del PSOE para más adelante. En concreto, ha dicho que “esas cuestiones se analizarán en el congreso” que los socialistas celebrarán una vez que haya Gobierno y en el que decidirán quién lleva el timón del partido en los próximos años. 

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