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El PSOE sigue con sus negociaciones pese a las advertencias contra Ciudadanos

Albert Rivera y Pedro Sánchez en su reunión tras el encargo del rey para que el candidato socialista forme Gobierno

Irene Castro

El PSOE no pretende modificar sus planes de negociación pese a las advertencias de algunas formaciones con las que pretende alcanzar un acuerdo para la investidura en contra de Ciudadanos. El equipo negociador sigue adelante con sus conversaciones con los de Albert Rivera con el objetivo de cerrar un acuerdo a más tardar a principios de esta semana. En Ferraz están convencidos de que pueden lograr el 'sí' de los 40 diputados de Ciudadanos y de que las advertencias de IU-Unidad Popular y Compromís, con quienes también habían realizado avances, no deben suponer un freno ante el pacto que están ultimando con los de Rivera.

Las comisiones negociadoras de PSOE y Ciudadanos anunciaron un preacuerdo en materias de regeneración democrática, aunque los de Rivera destacaron varios escollos para llegar a un pacto definitivo con los de Pedro Sánchez. Las dos formaciones se emplazaron a seguir trabajando para intentar cerrar un acuerdo como tarde el próximo martes. Fuentes del equipo negociador del PSOE han confirmado que las negociaciones seguirán este fin de semana con la vista puesta en alcanzarlo cuanto antes. “El PSOE sigue adelante con todos los que se han puesto a trabajar”, expresan fuentes oficiales del partido.

Ciudadanos, por su parte, ha convocado una reunión de su Ejecutiva este domingo. Ese órgano directivo es el que tendría que dar el visto bueno a cualquier entendimiento al que llegue el grupo que ha pilotado las negociaciones y también la posibilidad de cambiar su sentido del voto del 'no' o la abstención al 'sí'.

El PSOE ha centrado sus esfuerzos de negociación con los de Rivera, pero también daba por hecho el acercamiento a los de Alberto Garzón y Compromís. Con ambas coaliciones anunciaron haber materializado “avances”. Sin embargo, las dos le han advertido en los últimos días que un hipotético apoyo de Ciudadanos a Pedro Sánchez complicaría el suyo.

“Nos sentimos incómodos con el apoyo de Ciudadanos porque representa políticas regresivas para las clases populares”, expresó Garzón tras su última reunión con el equipo socialista. También la coalición valenciana se ha expresado en términos similares: no aceptará “bajo ningún concepto” un Gobierno del que forme parte Ciudadanos. No obstante, los de Rivera siempre han rechazado entrar en el Ejecutivo.

También Podemos ha dicho que no a Ciudadanos. De hecho, Pablo Iglesias fue más allá al negarse a sentarse con el PSOE hasta que rompiera sus negociaciones con los de Rivera. Esa condición se rebajó cuando aceptó la propuesta de Alberto Garzón de que PSOE, Podemos, IU-Unidad Popular y Compromís se sentaran a negociar. Aún así, Iglesias se mantiene en en el rechazo a que un posible acuerdo con esas formaciones no puede englobar el respaldo también de Ciudadanos: “No creemos que haya un marco para que haya un acuerdo simultáneo entre nosotros y Ciudadanos”, ha sentenciado Iglesias este viernes.

Fue precisamente el llamamiento de Garzón el que desmontó la estrategia que hasta ese momento había seguido el PSOE. La pretensión de los socialistas era alcanzar acuerdos con Ciudadanos, IU-Unidad Popular y Compromís que presionaran a Podemos a no oponerse en la votación de la investidura de Sánchez. Sin embargo, el alejamiento de las dos formaciones han cambiado el paso al candidato socialista que, pese a haber aceptado la reunión a cuatro, no pretende modificar sus planes de negociación con las demás formaciones, entre las que también se encuentran PNV y Coalición Canaria, que ha alcanzado este viernes un acuerdo con el PSOE.

No obstante, Sánchez ha aceptado que se celebre una reunión a cuatro con el objetivo de “pactar un programa para la investidura, que proyecte en la legislatura la acción de un Gobierno progresista y reformista”. La invitación de Garzón perseguía avanzar en la construcción de un “Gobierno alternativo al PP”. Tanto Iglesias como Oltra han dejado claro que en su intención no está solo negociar una investidura sino el gobierno en coalición que ofrece Podemos: “El Gobierno de Pedro Sánchez será plural o no será”, ha sentenciado la vicepresidenta valenciana.

Los tiempos

Los plazos son cada vez más apurados para el PSOE que pretende consultar a la militancia el próximo sábado los acuerdos que alcance con otras formaciones. Ese calendario supondría que el miércoles 24 deberían tenerlos cerrados ya que la votación online, según el reglamento aprobado por la dirección, debería comenzar dos días antes de la jornada presencial, que sería el sábado 27 de febrero. “Hay tiempo”, ha reiterado portavoz socialista en el Senado, Óscar López, este viernes.

Sin embargo, el resto de formaciones abren la puerta a que la presidencia no le llegue a Sánchez en la primera sesión de la investidura, sino que el acuerdo salga de una segunda ronda de negociaciones. Así lo ha manifestado el portavoz de Compromís en el Congreso, Joan Baldoví: “Llamadme optimista pero hay de plazo hasta el 2 de mayo”, ha dicho. Desde la primera votación de la investidura se abre un periodo de dos meses con intentos ilimitados de formar Gobierno por parte de los candidatos que proponga el rey. No obstante, diversas informaciones sostienen que Felipe VI no realizará un nuevo encargo salvo que el acuerdo esté previamente cerrado. Los partidos, sin quererlas, miran a las posibles elecciones el 26 de junio.

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