Peña Nieto dice que “no cejará” en esfuerzo para que impere Estado de derecho

El presidente de México, Enrique Peña Nieto, afirmó hoy que su Gobierno “no cejará” los esfuerzos para que impere el Estado de derecho y la justicia, y condenó la violencia “cualquiera que sea su origen”.

En un acto para conmemorar el 104 aniversario de la Revolución Mexicana, Peña Nieto sostuvo que para el cumplimiento de ese propósito “es fundamental” la aportación de las Fuerzas Armadas y la confianza que en ellas deposite la sociedad mexicana.

“El Gobierno de la República no cejará en sus esfuerzos por hacer que impere el Estado de derecho y la justicia en todo el territorio nacional”, señaló en el campo militar Marte al conceder ascensos y condecoraciones a miembros de las Fuerzas Armadas del país.

En un Estado democrático como México “es inaceptable la violencia cualquiera que sea su origen”, afirmó.

“Los mexicanos decimos no a la violencia” y “rechazamos categóricamente cualquier intento por provocarla o alentarla”, añadió el jefe del Ejecutivo.

México “está dolido, pero el único camino para aliviar este dolor es el de la paz y la justicia”, apuntó tras destacar que el país quiere “que se aplique la ley, que prevalezca el orden y que avancemos juntos”.

Defendió la labor de las Fuerzas Armadas al señalar que el trabajo de más de 212.000 soldados no puede calificarse a partir de “contados elementos que pidieron haberse alejado de la mística de servicio”.

Peña Nieto aludió tácitamente a la muerte de 22 civiles el 30 de junio pasado en el municipio de Tlatlaya, en el central Estado de México, de los cuales al menos ocho de ellos fueron asesinados por un grupo de militares, según la investigación oficial.

El mandatario mexicano encabezó la entrega de condecoraciones a 23.978 efectivos por perseverancia de 10 o más años de servicio, así como ascensos al grado superior a 14.633 elementos.

Esta ceremonia se llevó a cabo en el Campo Marte, próximo a la residencia presidencial, tras la cancelación del festejo oficial en el Zócalo capitalino debido a las manifestaciones convocadas hoy en solidaridad de los 43 estudiantes desaparecidos hace casi dos meses en Iguala.

Según la investigación oficial, los 43 jóvenes fueron detenidos por policías locales y entregados al cártel Guerreros Unidos, que se encargó de asesinarlos e incinerarlos para no dejar rastros porque supuestamente creyeron que eran miembros del grupo rival Los Rojos.