Un nuevo número de “Piedra del Molino” refleja las tendencias poéticas

La revista literaria bianual “Piedra del Molino”, que hoy ha presentado su número 18 en Madrid, se ha consolidado como vehículo imprescindible para dar cuenta de las tendencias y estéticas que pueblan el ámbito lírico, ha dicho a Efe su director, Jorge de Arco.

De Arco, que el pasado 7 de mayo recibió en Valladolid el I Premio Nacional de Poesía José Zorrilla, ha destacado la “capital trascendencia” de este tipo de publicaciones, pues a su juicio sirven ven como heterogéneas y sugeridoras antologías de la lírica de hoy, de la que no solo se hacen eco dentro de España, sino también en el exterior.

El número de “Piedra del Molino” presentado hoy, en un acto en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, tiene “el inmenso atractivo”, según su director, de ir acompañado de las ilustraciones de Luis García Ochoa (San Sebastián, 1920), pintor y miembro numerario de esa corporación que ha llevado a cabo “una obra rigurosamente personal, en la que se equilibran la audacia de la composición, la maestría del dibujo y la desbordada fuerza del color”.

La nueva entrega de esta revista literaria, que nació en 2004 en Arcos de la Frontera (Cádiz), incluye las habituales secciones de traducción -con textos del poeta catalán Jordi Pàmias y del estadounidense Carl Sandburg-, y de crítica literaria, donde se reseñan las principales novedades aparecidas en 2013.

Poetas consagrados, como César Antonio Molina, Eloy Sánchez-Rosillo y Laura Campany, junto con otros más jóvenes de obra pujante, como Ben Clark o Andrés Catalán;la argentina Amparo Arróspide o los cubanos Clara Luz Hoz y Manuel J.Santayana, conforman el conjunto de este número primaveral.

Nueve años después de su nacimiento, “Piedra del Molino” continúa con su periplo lírico, a la vez que mantiene y reafirma sus ideales originarios, con el objetivo, según su director, de ser “una aliada más en la difusión de las letras y las artes”.

Para Jorge de Arco, poeta, crítico y literario y profesor universitario de literatura infantil y juvenil, el género poético atraviesa un momento “excelente”, por la variedad y amplitud de propuestas y por esa confluencia de las muy variadas generaciones que están en activo.

Considera que, sin duda, la crisis, ha afectado a la poesía en papel, y por ende, a las editoriales, que arriesgan aún menos, pero a cambio, internet es “una herramienta útil para conocer buena parte los diferentes movimientos y tendencias que se están generando”.

De Arco publicó en junio de 1993 su primer libro, “Las imágenes invertidas”, al que siguieron “Lenguaje de la culpa”, Premio Ciudad de Alcalá, y “De fiebres y desiertos”, Premio Comunidad de Madrid de Arte Joven 2000, editado por Visor.

En 2007 vio la luz “La constancia del agua”, en 2009, “La casa que habitaste”, Premio Internacional de Poesía San Juan de la Cruz (Rialp. Colección. Adonáis); en 2010 “Con el balón en juego” (Hiperión. Col. Ajonjolí.) y en 2013 “Las horas sumergidas” (Algaida), galardonado con el I Premio Nacional de Poesía José Zorrilla, impulsado por el promotor cultural Enrique Cornejo y fallado y entregado en Valladolid.