Podemos y Ciudadanos se postulan como partidos de Estado tras los atentados de París
El viernes fueron los primeros en reaccionar. Y, desde entonces, Podemos y Ciudadanos han prodigado sus apariciones públicas para defender pactos y propuestas de Estado. Ni Pablo Iglesias ni Albert Rivera están en el Congreso de Diputados saliente, pero las expectativas electorales les permiten recibir llamadas del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, para mantenerles informados de la situación.
Como ocurrió con Catalunya, Iglesias y Rivera están en la agenda. Pero quieren algo más: presentarse ante la sociedad como líderes con capacidad de afrontar crisis como la que vive Europa por los atentados de París, que se han cobrado 129 vidas.
Los expertos suelen teorizar que en situaciones complicadas los votantes buscan el refugio en instituciones y organizaciones conocidas, clásicas, hegemónicas, como lo son el PP y el PSOE. Pero si la sociedad está dispuesta, según las encuestas, a que ese bipartidismo no disfrute de la comodidad que ha tenido en los últimos 30 años, quizá también lo esté a escuchar a nuevos actores políticos. Y, ahí quieren entrar Podemos y Ciudadanos.
El viernes por la noche, tanto Podemos como Ciudadanos anularon sus actos del fin de semana y lanzaron sendos comunicados. Podemos, expresaba su “compromiso inquebrantable con la defensa de la democracia, la libertad, la tolerancia y los derechos humanos” y “con una vida digna de ser vivida, con la libertad, con la convivencia, con la paz y con la democracia”.
Y Ciudadanos, por su parte, manifestó su “repulsa a la barbarie terrorista y el fanatismo” y su “defensa de la libertad y la democracia”.
El sábado, tanto Rivera como Iglesias multiplicaron sus apariciones públicas. El propio Iglesias compareció a las 11.30 en la sede de Podemos y luego en Cibeles, frente al Ayuntamiento de Madrid. Llegó después de que se celebrara un minuto de silencio y atendió a los medios acompañado de varios dirigentes, entre ellos el segundo de la lista por Zaragoza, Julio Rodríguez. Rodríguez era el jefe del Estado Mayor de la Defensa durante los bombardeos a Libia para derrocar a Gadafi (entre marzo y octubre de 2011), operación militar amparada por la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU en la que participó España.
Durante el sábado, Rivera e Iglesias hablaron con Moncloa. Rivera le trasladó a Rajoy su intención de sumar a Ciudadanos al pacto contra el terrorismo y el yihadismo.
Rivera, así, se sumaba a un acuerdo auspiciado por Mariano Rajoy y Pedro Sánchez que, cuando se aprobó en febrero pasado, fue calificado por Ciudadanos de “propagandístico”. “El PP habilita estas medidas adicionales desde el Gobierno para otros fines que no son el cumplimiento de la ley y el respeto al Código Penal, sino por un auge partidista en un momento complicado como el que está viviendo el PP”, sostenía entonces Ismael Resto, responsable de Programas y Acción Política en Ciudadanos Madrid.
Este lunes, Rivera ha ido aún más lejos y ha defendido que “Europa tiene que dar un paso adelante con una alianza cuyas acciones conjuntas estén dentro del marco de las Naciones Unidas y de la OTAN”. Y ha sentenciado: “El fin del terrorismo no vendrá sólo con una condena pública”.
Iglesias, por su parte, escribió una carta a Rajoy el sábado en la que le pedía “liderar la unidad de todos los actores políticos y sociales en defensa de la democracia y las libertades”. Y le proponía: “Un Consejo de la Paz en el que estemos presentes todas las fuerzas políticas y sociales así como expertos de reconocido prestigio en la construcción de la paz y la defensa de los derechos humanos”.
El sábado, Iglesias acudió a firmar en el libro de condolencias de la Embajada francesa en Madrid, y el domingo acudió a un minuto de silencio convocado frente al mismo edificio. Paralelamente, difundió a todos los partidos una Agenda para el Consejo de la Paz, en oposición al pacto contra el yihadismo de PP y PSOE, resumida en siete puntos: cortar las vías de financiación y abastecimiento logístico del Estado Islámico; neutralizar las redes de captación y adoctrinamiento del Estado Islámico; apoyar a las fuerzas democráticas en el mundo árabe; reforzar a la sociedad civil en Siria e Irak; acabar con las guerras en Siria e Irak; proteger a los refugiados y acabar con las mafias que trafican con personas.
De momento, ni el Gobierno ni el resto de las fuerzas de la oposición han sido receptivos al Consejo de Paz de Podemos ni a la propuesta de alianza internacional de Ciudadanos. ¿Serán efectivos sus esfuerzos por postularse como paridos de Estado? Los electores decidirán.
