La Policía de Filipinas, lista para reanudar la guerra antidroga de Duterte

El director de la Policía de Filipinas, Ronald dela Rosa, dijo hoy que está preparado para reanudar la “guerra contra las drogas” del presidente Rodrigo Duterte, suspendida desde hace un mes por un caso de corrupción de las fuerzas de seguridad.

“Estamos listos para volver a la guerra si recibimos órdenes del Presidente”, afirmó dela Rosa en una rueda de prensa, transmitida por la cadena local ABS-CBN.

El jefe de la Policía aseguró que, de no reanudar la campaña antidroga, “se perderán los avances logrados en los primeros siete meses”, por lo que remarcó que “cuanto antes volvamos, mejor”.

Duterte suspendió en enero de forma temporal su polémica campaña antidroga que desde el mes de junio había causado la muerte de más de 7.000 supuestos traficantes y adictos en operaciones policiales y de patrullas vecinales.

El mandatario tomó la decisión tras salir a la luz el caso de secuestro, extorsión y asesinato de un empresario surcoreano a manos de agentes en el cuartel general de la Policía, y prometió dedicar el paréntesis a “limpiar” de corrupción las fuerzas de seguridad.

Ronald dela Rosa advirtió hoy de que en el último mes ha aumentado el tráfico y el consumo de drogas coincidiendo con la suspensión de la campaña, aunque no aportó datos específicos.

“Los dirigentes locales con los que he hablado no hacen más que pedirnos que retomemos la guerra contra las drogas, ya que los traficantes y drogadictos en sus áreas han vuelto a actuar de forma descarada”, afirmó el jefe policial.

Dela Rosa no es el primero que pide la reanudación de la polémica campaña, que ha sido solicitada también por políticos favorables a Duterte.

El senador Alan Peter Cayetano pidió retomar lo que calificó como “guerra del pueblo contra las drogas” en una intervención en el centro de Manila durante una concentración de apoyo al presidente.

En la campaña que le llevó a la victoria en las elecciones presidenciales celebradas en 2016, Duterte prometió limpiar Filipinas de narcotraficantes y adictos al considerar que la droga está destruyendo a las nuevas generaciones del país.

Varios países y organizaciones internacionales han criticado duramente esta campaña al considerar que vulnera los derechos humanos de la población.