La Policía de Kenia no halla pruebas para acusar a los supuestos violadores de una menor

La Policía de Kenia no ha encontrado pruebas para acusar formalmente a un grupo de hombres, supuestos violadores de una menor, que fueron castigados a cortar el césped de una comisaría y liberados después.

El inspector general de la Policía keniana, David Kimaiyo, aseguró que las acusaciones de violación no han podido ser confirmadas, en declaraciones publicadas hoy por el diario local The Star.

Según Kimaiyo, los casos de violación deben ser denunciados tan pronto como suceden, para que haya menos tiempo para destruir pistas, ya que “en el caso de Liz (pseudónimo bajo el que se protege a la menor), tardó dos meses en informar de las acusaciones, y no se pueden hallar pistas que vinculen a los sospechosos con el crimen”.

No obstante, aunque no se pueda acusar a los hombres de la violación, Kimaiyo apuntó que se les procesará con el cargo en su contra de “intención de cometer un crimen”, para lo que la Policía busca a los seis sospechosos.

Asimismo, el inspector de la Policía keniana defendió a los agentes que liberaron a los presuntos violadores, acusados ahora de esta liberación pese a la seriedad del delito.

Por otra parte, Kimaiyo señaló que la familia de los sospechosos y la de la menor han acordado de manera verbal una solución, aunque no la especificó.

Liz, de 16 años, volvía del funeral de su abuelo el pasado 26 de junio cuando seis hombres la asaltaron, se turnaron para abusar de ella y, finalmente, la lanzaron a una letrina de 6 metros de profundidad.

Meses después de la agresión, la menor permanece confinada en una silla de ruedas por una lesión de columna y ha desarrollado una fístula obstétrica.

Agentes del distrito de Busia, fronterizo con Uganda, arrestaron a tres de los sospechosos al día siguiente de la violación, pero fueron liberados poco después, tras ser castigados a adecentar el césped del recinto policial.