Potosí en huelga para reclamar a Morales atención a demandas de desarrollo

La región boliviana de Potosí, la más pobre del país y fronteriza con Chile y Argentina, inició hoy una huelga ciudadana de 48 horas para exigir atención a sus demandas de desarrollo al Gobierno de Evo Morales, que ve innecesaria la protesta y alega que ha cumplido con ese departamento.

Las principales protestas se concentraron en la ciudad de Potosí, capital de esa región, donde los sectores afiliados al Comité Cívico regional se organizaron para bloquear calles y carreteras que conectan ese departamento con el resto de Bolivia.

No hubo actividades en escuelas y comercios, se suspendieron los viajes por tierra debido a los bloqueos y solo trabajaron a puerta cerrada las oficinas dependientes del Estado, según informaron medios locales desde Potosí.

Con la huelga, liderada por el Comité Cívico de Potosí (Comcipo), la región exige a Morales que cumpla las promesas de construir una fábrica de cemento y un aeropuerto internacional, además de echar a andar una metalúrgica parada desde hace 28 años, declaró a Efe el presidente de esa agrupación, Jhonny Llally.

Según el dirigente cívico, también se reclama la preservación del Cerro Rico de Potosí, un emblemático yacimiento de plata cuya explotación comenzó en 1545 y no se detuvo nunca, por lo que hoy se encuentra deteriorado y con riesgo de desplome en varios sectores.

La montaña, designada Patrimonio Natural y Cultural de la Humanidad en 1986 por la Unesco, fue una de las principales fuentes de ingresos de España en tiempos coloniales y actualmente es explotada por unos 12.000 mineros cooperativistas.

“El paro ha sido contundente y se está llevando bien porque el pueblo potosino es consciente de todo lo que está pasando. Pese a que el Gobierno ha intentado comprar a algunas organizaciones con cheques, la conciencia potosina es más grande”, sostuvo Llally.

Esta región andina ya cumplió una huelga de 24 horas el pasado 1 de octubre y en 2010 estuvo paralizada durante 19 días con las mismas reclamaciones que, según los dirigentes regionales, no han sido atendidas por el Ejecutivo.

Con 823.517 habitantes, Potosí es la cuarta región boliviana más poblada tras La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, según información del censo de población y vivienda realizado en 2012 citada en un reporte que difundió hoy la privada Fundación Milenio.

Según el mismo informe, en esa región, que el domingo próximo celebrará el 203 aniversario de su revuelta contra la colonización española, la incidencia de la pobreza es del 67,4 % y del 49,5 % en el caso de la pobreza extrema.

“Existe un elevado nivel de desigualdad, el más alto en comparación al resto del país, medido por el coeficiente de Gini, que llegó a 0,58, mientras que para el país en su conjunto es de 0,47”, según la Fundación Milenio.

Esa institución también llamó la atención sobre la “alta dependencia y vulnerabilidad” de Potosí respecto a la minería, cuyo decrecimiento en 2012 repercutió negativamente en el crecimiento económico de la región.

Precisamente para no depender de esa actividad, los potosinos exigen fábricas que les permitan diversificar su economía.

Las autoridades nacionales niegan haber desatendido las demandas potosinas y aseguran que la inversión estatal en esa región asciende a 1.900 millones de dólares en proyectos estratégicos, entre los que destaca el desarrollo de la industria del litio.

La ministra de Autonomías, Claudia Peña, pidió a los líderes de Comcipo que tengan “la capacidad política de aceptar” que el Ejecutivo está cumpliendo con las demandas que motivaron al paro y reconozcan que hay “otros proyectos millonarios” que se llevan a cabo allí “sin que sea necesario bloquear ni hacer paros”.

“El 85 % de las carreteras que tiene actualmente ese departamento han sido construidas durante la gestión del Gobierno del presidente Evo. Me parece lamentable que el Comité Cívico organice un paro cívico cuando no estamos en tiempo de bloquear”, dijo Peña, y añadió que el Gobierno está dispuesto a dialogar.

Por su parte, el presidente Morales desafió la huelga y visitó cuatro municipios rurales de Potosí, donde inauguró obras menores, como un coliseo, un centro de salud y un internado para universitarios, y recibió el respaldo de campesinos e indígenas leales a su Gobierno.

El mandatario no se refirió a la huelga en ninguno de los actos, pero el gobernador potosino, el oficialista Félix González, criticó la protesta y aseguró que “felizmente es la minoría” la que ha parado.