Rajoy propone que las ayudas para paliar el desempleo juvenil no computen en el déficit

El presidente del Gobierno ha desgranado este martes en París algunas de las iniciativas que tiene previsto presentar en la próxima cumbre de la UE, entre otras, la creación de un mecanismo temporal para que las bonificaciones en las cotizaciones sociales para la contratación de jóvenes, que suponen una pérdida de ingresos del Estado, no compute para el cumplimiento del objetivo de déficit.

Una medida que, según han señalado fuentes del Gobierno español, podría suponer para España entre unos 2.500 y 3.000 millones de euros.

Además, ha propuesto una utilización acelerada de los recursos de los que ya dispone la UE para facilitar la contratación de los jóvenes.

En este contexto, ha recordado que en el marco financiero de la UE aprobado en febrero para los próximos siete años, se ha creado un fondo para impulsar el empleo juvenil dotado con 6.000 millones de euros y ha planteado que esa cantidad se empiece a utilizar ya.

El presidente francés, François Hollande, ha apoyado las propuestas de Mariano Rajoy. Los dos mandatarios se han reunido en el Palacio del Elíseo de París después de que ambos participasen en una jornada sobre el futuro de Europa, organizada por el Instituto Berggruen.

Hollande ha apoyado esa propuesta en la rueda de prensa conjunta que han ofrecido al considerar que es una fórmula positiva porque puede permitir disponer de las ayudas el próximo otoño.

Asimismo, el presidente francés ha expresado su confianza en acordar más medidas contra el desempleo juvenil en la reunión que el 3 de julio ha convocado en Berlín la canciller alemana, Angela Merkel, para que asistan todos los ministros de Empleo de la UE.

“Francia y Alemania podemos avanzar juntos”, ha señalado antes de respaldar también la propuesta de Rajoy de movilizar todos los fondos que se puedan del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para las pequeñas y medianas empresas (pymes).

El presidente del Gobierno ha avanzado que va a pedir que el BEI triplique su volumen anual de financiación para estas empresas, pasando de los 10.000 millones de euros actuales a los 30.000 millones.

Ha planteado igualmente incrementar la capacidad del BEI para otorgar a los bancos comerciales garantías de alta calidad sobre las carteras de nuevos préstamos a las pequeñas empresas.

Asimismo, ha expuesto la necesidad de desarrollar un programa de ayuda al comercio para permitir el acceso de las empresas europeas a los procesos de licitación internacionales y facilitar el crédito a la exportación.

Rajoy ha apelado a la urgencia de nuevas medidas para facilitar el crecimiento y el empleo, y Hollande le ha secundado. “No hay tiempo que perder. Europa ha salido de la crisis financiera y ahora ha de salir de la crisis”, ha recalcado el presidente francés.

En su intervención previa en la jornada del Instituto Berggruen, Rajoy ha defendido sus decisiones económicas aunque algunas hayan sido “tan dolorosas como inevitables” y ha dicho que “más pronto que tarde” se empezarán a cosechar los frutos.

También reclamó que la UE haga más de lo que ha hecho hasta ahora, y lo primero que ha pedido es llevar a la práctica lo ya acordado y que se conviertan en realidad medidas como la unión bancaria y fiscal.

“En diciembre pasado aprobamos el diseño de la supervisión única y su entrada en vigor para marzo de 2014, Esta fecha -ha recalcado- no admite retrasos”.

Además, ha explicado que para final de año se debe acordar el mecanismo único de resolución y que su deseo, que ha dicho que es compartido con muchos de sus colegas europeos, es acordar las bases y las fechas de un futuro sistema de garantía común de depósitos.

Rajoy ha agregado que los avances en materia de unión fiscal han sido “excesivamente tímidos” y ha alertado de que algunos temen que Europa se convierta en una unión de transferencias en la que los llamados países ricos se vean obligados a financiar a sus socios menos prósperos.

Ante ello, ha aclarado que la contribución de España a los rescates de Grecia, Portugal, Irlanda y Chipre es proporcionalmente mayor que la de los países ricos, ya que estos se financian a tipos menores.