Rajoy fomenta el eje Madrid-París-Roma para exigir medidas a la UE en junio

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, está volcado en exigir a la UE que haga más de lo hecho hasta ahora para acompañar las reformas de países como España para salir de la crisis, y ve en el eje Madrid-París-Roma un frente con fuerza para lograr ese objetivo y obtener frutos en el Consejo Europeo de junio.

De las perspectivas de esa cumbre hablarán Rajoy y el presidente francés, François Hollande, en la reunión que han acordado celebrar en París el próximo 28 de mayo, justo un mes antes de que los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete se citen en Bruselas para repasar lo hecho desde la que protagonizaron hace un año y evaluar si no se ha avanzado lo suficiente.

Eso es lo que piensa el jefe del Gobierno español, que ha ido aumentando el tono de sus demandas a la UE en los últimos meses y ha llegado a considerar como un test para la credibilidad europea lo que se haga en esa cumbre con la unión bancaria, que considera imprescindible impulsar sin demoras.

También lo cree así Hollande, con quien Rajoy volverá a verse en la capital francesa después de que ambos ya se encontraran allí el pasado 26 de marzo y reclamaran al unísono esa unión bancaria que recalcaron que habría evitado una situación como la que vivió Chipre recientemente.

Defendieron igualmente que haya estímulos al crecimiento económico que acompañen a los esfuerzos para la consolidación fiscal.

Con ello, ratificaron la alianza escenificada por ambos en octubre pasado, cuando aprovechando la cumbre anual bilateral, se conjuraron para presionar a la UE con el fin de que cumpla los acuerdos de hace un año convencidos de que esa es la forma de transmitir seriedad y confianza y calmar a los mercados.

Son mensajes casi idénticos a los que lanzó el ex primer ministro italiano Mario Monti y los que está defendiendo su sucesor en el cargo, Enrico Letta.

Tras ser investido como jefe del Gobierno italiano, Letta ha realizado una gira por varios países europeos que le ha llevado, entre otras capitales, a París y Madrid para entrevistarse con Hollande y Rajoy, respectivamente, y evidenciar el frente común de los tres países ante la lentitud de las instituciones europeas y las reticencias de socios como Alemania.

En Madrid, Letta se unió a la demanda de Rajoy en torno a la unión bancaria, y defendió que la UE tome decisiones para que los europeos no la vean como una “madrastra”.

Pero ambos aseguraron que ese evidente frente común no se construye contra nadie en concreto ni se trata de una batalla contra la canciller, Angela Merkel.

A ese frente se ha sumado Portugal, cuyo primer ministro, Pedro Passos Coelho, se entrevistó el lunes con Rajoy con motivo de la celebración en Madrid de la cumbre anual hispano-lusa.

En la conferencia de prensa conjunta, el presidente del Gobierno español consideró que la UE “puede y debe hacer más” en favor de los países que están sufriendo más la crisis y que no hay tiempo que perder.

Ante la cumbre de junio, fuentes del Ejecutivo español consultadas por Efe subrayan que Rajoy desea que sirva al mismo tiempo de punto de inflexión en la adopción de medidas contra el desempleo juvenil.

Rajoy ha explicitado también últimamente sus demandas a la UE ante algunos de los socios comunitarios más “duros”, como el Reino Unido.

En la entrevista que mantuvo con el primer ministro británico, David Cameron, el pasado 8 de abril en Madrid, ambos se ratificaron en sus reformas ante la crisis y el presidente del Gobierno exigió a la UE hacer más y de forma urgente.

Recientemente ha tenido oportunidad de trasladar el mismo mensaje al presidente de turno de la UE y primer ministro irlandés, Enda Kenny, con quien se vio en Granada y donde dijo que ambos coincidían en que las instituciones europeas pueden hacer un esfuerzo mayor para lograr liquidez para las pymes.

El Consejo Europeo extraordinario del próximo 22 de mayo puede servir para intercambiar puntos de vista de los líderes europeos ante las perspectivas que tienen para el de junio, pero su escasa duración impedirá la proliferación de contactos bilaterales con ese objetivo.