Rebelo de Sousa llega reforzado al ecuador de la campaña presidencial lusa

La campaña para las presidenciales lusas llegó hoy a su ecuador con el conservador Marcelo Rebelo de Sousa reforzado tras aumentar su ventaja en los sondeos y el resto de candidatos en busca de apoyos para forzar una segunda vuelta.

A una semana de las elecciones, los diez aspirantes continúan recorriendo el país para buscar el voto, aunque solo tres de ellos aparecen en los sondeos con posibilidades reales de sustituir al actual jefe del Estado, el conservador Aníbal Cavaco Silva.

Según el último sondeo, Rebelo de Sousa -apoyado por los conservadores del PSD y CDS- amplió su ventaja respecto a sus adversarios y contaría con cerca del 55 % de los votos, lo que le proclamaría vencedor de las elecciones en primera vuelta.

Por detrás figuran los dos candidatos vinculados al Partido Socialista, el antiguo rector universitario Sampaio da Nóvoa (16,8 %) y la ex ministra de Sanidad Maria de Belém (16,3 %), centrados en lograr que Rebelo de Sousa no llegue a la barrera del 50 % para forzar así una segunda vuelta.

Aunque en Portugal las candidaturas presidenciales son independientes y no están oficialmente asociadas a un partido, en su última semana de campaña los aspirantes se aferran a las personalidades y formaciones políticas que les han manifestado públicamente su apoyo para buscar más votos.

Tras negarse en varias ocasiones a entrar en campaña, el ex primer ministro y actual líder del PSD, Pedro Passos Coelho, apeló este sábado al voto por Rebelo de Sousa, en un discurso en el que aprovechó para introducir la posibilidad de que el actual Gobierno socialista no acabe la legislatura.

“Queremos que de estas elecciones pueda salir alguien que se afirme con independencia y autonomía, que pueda colaborar con el Gobierno actual o con otro que los portugueses escojan cuando sea momento de cambiar de Gobierno y ese alguien es, desde nuestro punto de vista, Marcelo Rebelo de Sousa”, aseguró.

El candidato conservador se mostró hoy satisfecho por recibir el apoyo de Passos Coelho y aseguró que se trata de una “reafirmación” de la recomendación de voto que ya había hecho el partido.

También arropado por sus apoyos políticos estuvo hoy Sampaio da Nóvoa, que reunió a más de 1.500 personas en un almuerzo en Lisboa en el que estuvieron presentes el actual ministro de Sanidad, Adalberto Campos Fernandes; el expresidente luso Ramalho Eanes, y la escritora y periodista española Pilar del Río, entre otros.

Quien falló a última hora fue el también expresidente Jorge Sampaio, que no pudo acudir al acto por problemas de salud pero que envió un mensaje en vídeo en el que defendió que el antiguo rector universitario es “el mejor candidato” para impulsar una reforma del sistema político.

La otra aspirante con apoyos en el Partido Socialista, Maria de Belém, estuvo hoy en el distrito de Coimbra, donde dejó un mensaje de lucha contra la abstención y contó con la intervención del presidente de honor de la formación socialista, António de Almeida Santos.

“Puede ganar o puede no ganar, pero seguro que quedará como la primera gran candidata en serio a la Presidencia de la República”, defendió Almeida Santos.

Cuarta en las encuestas, la eurodiputada Marisa Matias -que cuenta con el aval del marxista Bloque de Izquierda- también recurrió al apoyo de figuras políticas en su principal acto de campaña, un mitin en el centro de Lisboa que reunió el sábado a las principales caras del partido y al líder de la formación española Podemos, Pablo Iglesias.

“Portugal merece una sorpresa”, señaló Iglesias, que confió en que Matias consiga dar la vuelta a las encuestas y pasar a una segunda vuelta porque es una candidata “como la gente normal”.

La campaña electoral arrancó el pasado domingo y finalizará el próximo viernes, dos días antes de que los 9,7 millones de portugueses que están llamados a las urnas decidan quién va a ser su próximo jefe de Estado.

Portugal cuenta con un régimen parlamentario semipresidencialista que otorga al jefe del Estado poderes para vetar leyes, llamar a los partidos para formar Gobierno, convocar elecciones e incluso disolver el Parlamento.

Sin embargo, y a pesar de contar con un número récord de candidatos, la carrera para llegar a Belém está levantando pocas expectativas en el país, donde las recientes elecciones legislativas del pasado octubre y la demora para formar Gobierno parecen haber diluido el entusiasmo por la campaña presidencial.