Reinicio de las negociaciones sirias sacudido por el aumento de la violencia armada

El Gobierno sirio y la oposición, rivales en un conflicto armado que ha cumplido seis años, acudieron hoy a las primeras reuniones de una nueva ronda de negociaciones de paz sacudidas por el aumento diario de la violencia armada en Siria, que hace temer el fracaso de este esfuerzo diplomático.

Un acuerdo de cese de las hostilidades está formalmente vigente en Siria desde el pasado 30 de diciembre y, aunque ha estado salpicado de constantes violaciones, una serie de ofensivas rebeldes contra posiciones gubernamentales lo están debilitando gravemente, reconoció hoy el mediador de la ONU, Staffan de Mistura.

En una comparecencia ante la prensa, el diplomático pidió a Rusia, Irán y Turquía, garantes de esa tregua, que “tomen la situación de nuevo en sus manos” para controlar el resurgimiento de las hostilidades.

“La situación es muy preocupante”, comentó, tras indicar que espera que los tres países pronto convoquen a las partes del conflicto a una nueva reunión en Astaná, la capital de Kazajistán donde se negocia el aspecto militar de la crisis siria.

En Astaná se han realizado una serie de reuniones a ese respecto, la primera de las cuales permitió cerrar el actual acuerdo de cese de hostilidades, aunque la última fracasó por la ausencia de importantes grupos armados.

En las últimas semanas grupos rebeldes sirios se han unido a formaciones yihadistas para emprender ofensivas contra las fuerzas gubernamentales en los alrededores de Damasco y en la provincia central de Hama.

El tema de la seguridad fue el que eligió -sin mayor sorpresa- la delegación del Gobierno sirio para empezar sus discusiones con De Mistura, dado que no acepta negociar directamente con los opositores.

El régimen sirio ha acusado en el pasado a varios representantes de grupos armados en la delegación de la oposición de ser terroristas y ha insistido en que la prioridad de las negociaciones de Ginebra debe ser la lucha antiterrorista, relegando los otros temas a un segundo plano.

La agenda de negociaciones acordada consiste en cuatro puntos: gobernabilidad (transición política), reforma constitucional, elecciones libres y seguridad.

De Mistura aclaró que se ha permitido a las delegaciones escoger el tema que desean discutir primero, pero aseguró que todos entienden y aceptan que todos los puntos deberán ser tratados.

Al respecto, aseguró que el Gobierno sirio se ha comprometido a abordar los cuatro temas establecidos, lo que supone hablar sobre transición política, que para la oposición no puede ser otra cosa que la salida del presidente, Bachar al Asad.

Sin embargo, De Mistura fue poco claro con los periodistas sobre la manera en que la delegación gubernamental asumió el compromiso de no excluir ningún tema y aludió a entrevistas que sobre esa cuestión habían dado el jefe negociador del Gobierno, Bachar Yafari, y el propio Al Asad.

La oposición, por su parte, inició esta ronda abordando “aspectos legales sobre la gobernabilidad en el contexto de una transición política”, indicó De Mistura.

Asimismo, la delegación de la oposición le expuso de forma detallada las acciones militares que efectúan los grupos que están representados en ella y, en particular, los enfrentamientos que mantienen con los yihadistas del grupo Estado Islámico.

Sobre el desarrollo de estas negociaciones, que está previsto que duren hasta fines de la próxima semana, el mediador comunicó que interrumpirá por dos días su participación en ellas (lunes y martes próximos) para viajar a Jordania y entrevistarse con autoridades de la región que estarán en una reunión de la Liga Arabe.

Sostuvo que ese viaje será muy importante para convencer a los países que tienen influencia, sea sobre el Gobierno o sobre la oposición, de la necesidad de que apoyen el alto el fuego, en momentos en que se está tambaleando fuertemente.

“Esta es una oportunidad de hablar con muchos actores regionales que estarán reunidos en una sola sala”, comentó.

Finalmente, De Mistura volvió a ser muy cauto en cuanto a lo que puede esperarse de esta ronda negociadora y repitió, como lo hizo en la anterior, que no espera grandes progresos ni milagros, pero tampoco retrocesos.

Su objetivo, recalcó, es ir construyendo la oportunidad de la paz en Siria paso a paso.