Ríos Montt recupera su salud tras la anulación de su sentencia condenatoria

El ex dictador guatemalteco José Efraín Ríos Montt recuperó hoy su estado de salud después de que la Corte de Constitucionalidad (CC) anulara ayer lunes la sentencia condenatoria a 80 años de prisión dictada el pasado 10 de mayo contra él por genocidio y crímenes de guerra.

El abogado Francisco García Gudiel, defensor del anciano general, pidió hoy al Tribunal Primero A de Mayor Riesgo y a la Sala Tercera de Apelaciones dejar sin efecto la detención ordenada tras su condena, para que pudiera abandonar el hospital militar donde se encuentra desde el 13 de mayo, y regrese a su residencia.

El médico Carlos Álvarez, quien días atrás aseguró que Ríos Montt, de 86 años, padecía de un cuadro de hipertensión y problemas de próstata, dijo hoy a los periodistas que su salud “ha mejorado”, y que los padecimientos que originaron su traslado al centro hospitalario habían cedido.

Aunque Álvarez aclaró que “aún falta hacerle algunos exámenes médicos” a Ríos Montt antes de darle el alta, Luis Rosales, otro de sus defensores, aseguró que “ya puede regresar a su casa”, aunque bajo la figura de “arresto domiciliario” con la que se encontraba el pasado 19 de abril, fecha a la que la CC ordenó que reanudase el proceso judicial.

El ex dictador, quien el pasado 10 de mayo fue condenado a 80 años de prisión por genocidio y crímenes de guerra, y que tres días después fue internado en el hospital militar de esta capital por supuestos problemas de salud, no se ha pronunciado sobre la decisión del máximo tribunal del país de anular la sentencia en su contra.

Tampoco se han pronunciado al respecto la Fiscalía ni las organizaciones de derechos humanos que lo acusan de haber ordenado el aniquilamiento de los indígenas de la etnia ixil durante los quince meses que gobernó de facto el país, entre 1982 y 1983.

“Vamos a estudiar la resolución de la Corte detenidamente antes de hacer comentarios”, dijo a EFE una fuente de la Fiscalía.

El proceso para retomar el juicio se inició este lunes con obstáculos debido a la “inhibición” de los magistrados de la Sala Tercera de Apelaciones en donde la CC ordenó reanudar el proceso a partir de como quedó el pasado 19 de abril.

Un funcionario de esa Sala dijo a los periodistas que “debido a la inhibición de los magistrados titulares”, será necesario convocar a los suplentes para que sean los responsables de cumplir con la orden del máximo tribunal del país de resolver un recurso pendiente, por el cual fue anulada la sentencia condenatoria emitida por el Tribunal Primero A de Mayor Riesgo el pasado 10 de mayo.

Un portavoz de la Corte Suprema de Justicia explicó a EFE que después de que la Sala cumpla con el procedimiento ordenado, el expediente del proceso deberá ser enviado al tribunal en el que se realizó el juicio para reanudarlo.

Sin embargo, debido a que los jueces que integran esa judicatura ya se pronunciaron al respecto al haber emitido la sentencia condenatoria en contra de Ríos Montt, éstos se deberán excusar y retornar el expediente a la Sala Tercera de Apelaciones para que ésta designe a nuevos jueces.

“Esos trámites llevarán varias semanas, lo cual implica que el juicio, siempre y cuando alguna de las partes no promueva nuevos recursos, podrían reiniciarse en dos o tres meses”, precisó la fuente.

La CC anuló la sentencia al considerar que el tribunal que la emitió no cumplió con su deber de resolver una recusación planteada por la defensa del ex jefe de Estado, en contra de dos de los jueces que integran esa judicatura.

En el mismo juicio, el antiguo director de Inteligencia Militar, el general retirado José Rodríguez, fue absuelto; sin embargo, la resolución de la CC también anuló el fallo que le favoreció.

La abogada constitucionalista Anabella Morfin, en declaraciones a una emisora local, cuestionó a la Corte por su resolución, ya que a su criterio hubiese sido suficiente con sancionar a los jueces por no haber resuelto en tiempo la recusación.

Además, advirtió que los defensores de Ríos Montt promoverán un “litigo malicioso” por medio de una “avalancha” de recursos para evitar que el juicio concluya.