Rivera pide por “enésima vez” a Puigdemont que vuelva el “diálogo respetuoso”

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha pedido hoy por “enésima vez” al presidente catalán, Carles Puigdemont, que vuelva el “diálogo respetuoso con todo el mundo”, un día después de la movilización independentista de la Diada, que ha reunido a miles de personas en cinco manifestaciones.

El líder de C's ha abundado en el hecho de que le “entristece” que en el día de su Comunidad Autónoma lo que se celebre sea “la reivindicación de la secesión, la reivindicación de la división, de la separación entre catalanes y el resto de españoles”, por lo que ha avanzado que seguirán trabajando para que “algún día la Diada sea de todos, que sea de todos los catalanes”.

En Ourense, ciudad que ha visitado para arropar a la candidata a la presidencia de la Xunta, Cristina Losada, ha exigido a Puigdemont que “si puede ser, no represente solo a la mitad de los catalanes, que nos represente a todos” porque “todos somos catalanes y nos gusta que el presidente de la Generalitat nos represente a todos”.

Ha ironizado con el desafío secesionista al indicar que debe ir por el “penultimátum” más o menos, después de un lustro diciéndose que “Cataluña acabará declarando la independencia”, por lo que ha hecho hincapié en que la próxima Diada sea “de todos, no de unos catalanes contra otros”.

Albert Rivera ha recordado a Carles Puigdemont que “no puede haber diálogo si no se respetan las reglas del juego” y le ha dicho que no debe volver a ofrecer “nuevamente posiciones unilaterales” y menos “saltándose las leyes, con soluciones que solamente conllevan enfrentamiento y ruptura de la convivencia y de la igualdad de todos los españoles”.

Ha considerado que “en el marco constitucional se puede hablar”, y tratar reformas necesarias en la Carta Magna, en la financiación autonómica, y también abordar las infraestructuras necesarias para Cataluña, pero “fuera de la ley no se puede hablar, si no hay reglas de juego, si no nos respetamos, es muy difícil establecer diálogo”.

“Si uno no respeta ni siquiera las reglas de juego democráticas es muy difícil que le respeten”, ha concluido.