Rusia dice que las zonas de exclusión aérea en Siria son inviables

La propuesta de Estados Unidos sobre la creación de zonas de exclusión aérea para los aviones de combate sirios y rusos en determinadas partes de Siria “es inviable”, dijo hoy el viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Riabkov.

“Esa propuesta, en mi opinión, es inviable, mientras EEUU y otros actores no puedan garantizar que otros grupos, convencidos de que la guerra es la única solución del problema, renuncien al uso de la fuerza”, dijo Riabkov en alusión a la oposición siria.

Respondió así a la propuesta del secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, que pidió prohibir que aviones rusos y sirios sobrevuelen zonas del país árabe controladas por la oposición moderada que respalda Washington.

Riabkov también rechazó la acusación que hizo Kerry, de que Moscú es el responsable del ataque a un convoy humanitario en Alepo, en la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU celebrada ayer en Nueva York.

“En el Pentágono han dicho que tienen pruebas sobre el ataque de la aviación rusa al convoy humanitario, algo que nosotros negamos rotundamente. Es inaceptable que (Kerry) haga declaraciones de tal alcance sin un análisis objetivo” de los hechos, subrayó el viceministro ruso.

Riabkov reconoció que el ataque al convoy de la ONU, que según Moscú pudo haber sido obra de los yihadistas, y la muerte de más de 90 soldados sirios en un bombardeo de la coalición liderada por EEUU, han restado viabilidad al acuerdo ruso-estadounidense sobre el cese de hostilidades en Siria.

“Las posibilidades para la realización del acuerdo han disminuido, pero no hay alternativa a ese documento”, apuntó.

El acuerdo, denunció, “es saboteado por toda una serie de estructuras, y por supuesto por las fuerzas antigubernamentales (sirias) y sus patrocinadores extranjeros”.

Estados Unidos “no es capaz de garantizar el cumplimiento de varios elementos de ese acuerdo”, entre ellos la separación de la oposición moderada de los yihadistas.

El alto el fuego en Siria acordado tras una ardua negociación entre Moscú y Washington expiró el pasado lunes tras una semana de vigencia.