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Sánchez vuelve a calibrar su liderazgo en las elecciones gallegas y vascas

EFE

Madrid —

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El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se enfrenta este fin de semana en las elecciones gallegas y vascas a un test de fortaleza interna que puede ayudarle a sostener su liderazgo y su intención de formar un gobierno alternativo o dar munición a los críticos que aspiran a relevarle de cara al Comité Federal del 1 de octubre.

Tanto la federación socialista gallega, dirigida en este momento por una gestora, como la vasca, están consideradas afines mayoritariamente a Sánchez.

Sus candidatos -el economista gallego Xoaquín Fernández Leiceaga, elegido en primarias, y la exportavoz del Gobierno de Patxi López, Idoia Mendia- representan además apuestas suyas, lo que le confiere un plus de responsabilidad política en el resultado electoral.

Una vez más los pronósticos de las encuestas no son favorables a los socialistas y la mayoría de ellas les sitúan en penúltimo lugar en ambas comunidades.

La dirección federal, no obstante, recuerda que su especialidad en las últimas convocatorias electorales ha sido precisamente “vencer a las encuestas”, como ocurrió en las generales de diciembre de 2015 y en las de junio de este año, en las que se daba por seguro el 'sorpasso' de Podemos.

También los sondeos en esta ocasión, incluido el del CIS, apuntan a una lucha por la segunda posición entre el PSdeG y En Marea, la confluencia gallega de Podemos.

El mejor escenario para Sánchez en Galicia pasaría por conservar el segundo puesto y capitanear el cambio sumando los escaños de En Marea y el BNG, mientras que el peor sería que el PP de Feijoo conservara la mayoría absoluta y los socialistas se desplomaran por detrás de En Marea.

En el País Vasco, la única comunidad junto a Cataluña donde Podemos consiguió más votos que los socialistas en las generales, las encuestas pronostican una caída del PSE a la mitad de sus escaños (de dieciséis a ocho) y a la cuarta posición, por detrás de Bildu y Podemos, y casi igualado en escaños con el PP.

Un mal resultado (teniendo en cuenta que en 2009 los socialistas llegaron a gobernar con apoyo del PP) que los partidarios de Sánchez aspiran a optimizar, si el PNV finalmente les necesita para seguir al frente del gobierno vasco.

El alto porcentaje de indecisos en Galicia (25 %) y el voto oculto de los socialistas en Euskadi juegan a favor de Sánchez, según fuentes socialistas.

Con la gobernabilidad de España sin resolver y la división en el partido cada vez más acentuada entre Sánchez y los 'barones' de mayor peso político, el Comité Federal se reunirá el 1 de octubre, seis días después de los comicios, para debatir qué puede hacer el PSOE para evitar unas terceras elecciones en España.

Si los resultados electorales abrieran la puerta a que los socialistas cogobernaran en dos comunidades más, Sánchez acudiría fortalecido al cónclave.

Por el contrario, una debacle el 25S podría ser utilizada por los críticos para sacar pecho y bloquear la búsqueda de Sánchez de un gobierno alternativo sobre la base de un pacto con Podemos.

Fuentes cercanas al secretario general han confirmado esta mañana en Bizkaia que Sánchez acudirá al Comité Federal con la propuesta de liderar la formación de un gobierno.

Al mismo tiempo, algunos de sus defensores, como el líder del PSC, Miquel Iceta, han empezado a respaldarle públicamente para que intente ese pacto con Podemos tras las vascas y gallegas, para formar sin “temores ni prejuicios” un gobierno de izquierdas.

En el círculo del secretario general siguen apostando además a que al final no habrá dirigentes territoriales destacados que se atrevan a pedir abiertamente en el Comité del día 1 la abstención del PSOE a un gobierno del PP.

Durante los seis días que transcurrirán entre las elecciones y el Comité Federal, Sánchez podría avanzar en las negociaciones y presentarse ante los suyos, como prometió, con una “alternativa al bloqueo”, incluso con el anuncio de una consulta a los 197.000 militantes del partido, que abocaría a los críticos, como ya ocurrió el pasado enero, a acatar el resultado.

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