Sanchís pide no ser juzgado en Gürtel porque ya irá a juicio en Argentina

La defensa del extesorero de Alianza Popular (AP) Ángel Sanchís ha pedido no ser juzgado en España en el caso Gürtel por ayudar a Luis Bárcenas a blanquear dinero, alegando que se sentará en el banquillo en Argentina acusado en una causa que es un “calco” de la española.

En su escrito de defensa de la pieza de la “primera época” de la trama Gürtel, al que ha tenido acceso Efe, Sanchís, que se enfrenta a una petición fiscal de 8 años de cárcel, pide en cualquier caso su absolución y afirma que nunca ayudó a Bárcenas en 2009 a ocultar 3 millones de euros que tenía en Suiza.

Su abogado, Ángel Aparicio, alega varias razones que impedirían que se siente en el banquillo por estos hechos, entre ellas el juicio que el empresario tiene pendiente en Argentina.

El proceso del país sudamericano, recuerda el letrado, lo abrió el juez Martínez de Giorgi, del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional número 8, precisamente a raíz de las informaciones aparecidas en prensa que involucraban a Sanchís en ese supuesto ocultamiento de fondos de Bárcenas.

“Un imputado no puede ser sometido a proceso dos veces por el mismo hecho, sea en forma simultánea o sucesiva. No puede afrontar el riesgo de una doble condena por los mismos hechos”, afirma el escrito, por lo que pide a la Audiencia Nacional que deje los hechos en manos de la justicia de Argentina, país donde además reside Sanchís.

Para probar este aspecto, reclama al juez José de la Mata (que instruye ahora el caso Gürtel como sucesor de Pablo Ruz en el juzgado central 5 de la Audiencia Nacional) que pida a la justicia argentina la causa que tiene allí abierta y certifique que está imputado por los mismos hechos.

Asimismo, el abogado alega que Sanchís no puede ser juzgado en España hasta que termine otro proceso que tiene pendiente en Argentina, sobre su eventual responsabilidad, como director de la aerolínea Austral, en el accidente aéreo ocurrido en Uruguay en 1997, en el que murieron 74 personas. El juicio comenzará en noviembre de 2015.

A Sanchís se le acusa de delitos contra la Hacienda Pública, falsedad y blanqueo por cooperar con Bárcenas en 2009, cuando estalló el caso Gürtel, para ocultar 3 millones de euros que le transfirió desde una cuenta de Suiza y que Sanchís atribuye a un préstamo para sus empresas.

Esta acusación se basa en la información de las cuentas suizas que facilitaron las autoridades helvéticas a España, pero la defensa de Sanchís afirma que la justicia suiza suspendió su uso por parte de la española, por lo que pide que se excluyan las pruebas y se anulen lo delitos.

Entrando en los hechos por los que se le ha encausado, la defensa afirma que Sanchís “no ha estado, ni tenido intervención alguna con Suiza”. “No ha tenido relación alguna con las cuentas de la que pudiera ser titular el señor Bárcenas”, señala, y añade que si hubiera sido así, el delito se habría cometido en Suiza y allí el delito fiscal no está tipificado como en España.

Asegura que es “falso” que Sanchís supiera en 2009 que Bárcenas estuviera siendo investigado por Gürtel y “nunca tuvo noticias del supuesto origen ilícito de bienes de propiedad de Bárcenas”.

Sanchís también pone de manifiesto en el escrito que “tiene, no la impresión, sino la certeza, dicho con el debido respeto, de que a lo largo de la instrucción cualquier ejercicio del derecho a la defensa ha sido desoído por el juzgado” de Pablo Ruz, que ignoró “sistemáticamente” todas sus alegaciones y peticiones.