Santi Vila apuesta por Pascal, portavoz de CDC, para liderar la renovación

El conseller de Cultura, Santi Vila, ha apostado hoy por una nueva Convergència “progresista” y “moderna”, capaz de dar cobijo incluso al espacio “maragallista” que dejó “huérfano” el PSC, y ha considerado “excelente” el perfil de la actual portavoz de CDC, Marta Pascal, como posible cabeza visible de la nueva formación.

En una entrevista con Efe, Vila ha subrayado que “el gran espacio ganador, inspirado por valores de modernidad, progresismo y de una rabiosa y radical honestidad”, es el que debe “conquistar” el nuevo partido que nacerá en el congreso fundacional que celebrarán los convergentes este fin de semana en Barcelona.

Este “espacio progresista”, en el que se ubica “gente que históricamente había votado a Convergència y gente que se define como maragallista”, en estos momentos no tiene a nadie que lo “represente” políticamente, ha recalcado.

“Si aspiramos a ser un espacio mayoritario, intentar ocupar la centralidad política quiere decir hacer políticas progresistas en lo social y políticas liberales en lo económico y en el terreno del derecho civil”, ha argumentado.

En el eje nacional, la nueva Convergència debe ser “mucho más que un espacio independentista” y, según el conseller, “sería un error monumental impedir que formen parte del nuevo partido” los partidarios de una tercera vía que acepten el derecho a decidir.

En cuanto al nombre de la formación naciente, ha comentado que le “gustaría mucho que el nuevo partido tenga un guiño con la tradición convergente” e incluya “la palabra Convergència”, porque “es marca” consolidada, más allá de que se haya podido ver salpicada por casos de corrupción: “¿Alguien cree que, si alguien se intoxicase con alguna remesa concreta, la Coca Cola desaparecería? Esto sería un regalo inesperado para la Pepsi”, ha razonado.

Sobre la futura dirección, ha señalado que el nuevo partido necesita “caras nuevas, aire fresco”, porque “se ha acabado una época”, pero sin descartar a los perfiles con experiencia: “Nos equivocaríamos si un partido que aspira a ser visto como central y centrista basculase demasiado hacia los júniors o los séniors”.

Vila ha defendido combinar “liderazgos fuertes” con una toma de decisiones “colegiada”: “El concepto de aparato es muy despectivo, pero a la vez es muy descriptivo de cómo se han tomado las grandes decisiones en los grandes partidos. Esto se tiene que acabar. La ciudadanía no soporta que no haya transparencia”.

“El concepto 'aparato' es un concepto absolutamente obsoleto que hemos de erradicar”, ha apostillado.

Para tomar las riendas de la nueva dirección ejecutiva, uno de los nombres que hay encima de la mesa es el de la actual portavoz de CDC, Marta Pascal, a quien Vila considera como “un perfil impecable”, porque se trata de “una mujer culta, inteligente, formada, moderna y progresista”, que “encarna perfectamente la renovación que está experimentando Convergència”.

Para Vila, Pascal “podría ser un excelente perfil” para ponerse al mando del nuevo partido “si sabe rodearse de un equipo de personas solventes que la complementen adecuadamente”, un equipo que a su juicio debería combinar “caras nuevas y séniors”.

Personalmente, Vila se identifica con la familia “liberal” del partido, agrupada en la corriente de Llibergència que encabeza Marc Guerrero, si bien el conseller no quiere “quedar adscrito a ninguna facción”.

Vila ha explicado que se ha “ofrecido” a quienes aspiran a liderar la formación para desempeñar alguna tarea que implique “velar por el ideario del partido” y por la “formación de cuadros y militantes”.

Sobre su futuro político, ha evitado pronunciarse sobre si su próximo destino será competir con Ada Colau como candidato a la alcaldía de Barcelona.

Vila ha dicho estar “a la absoluta disposición” de Convergència en Barcelona, de Xavier Trias y de Joaquim Forn, y ha asegurado: “Al margen de la responsabilidad que acabe teniendo, seguro que ayudaré tanto como pueda a que Barcelona cambie de alcalde”.