Sarkozy pide a los jueces anular las escuchas que llevaron a su imputación

El Tribunal de Apelación de París celebró hoy una vista a puerta cerrada sobre la petición del expresidente francés Nicolas Sarkozy de anular las escuchas con su abogado que sirvieron para su inculpación por corrupción en julio.

El recurso de Sarkozy fue examinado junto al de su letrado Thierry Herzog, con quien hablaba cuando fue objeto de las escuchas, y al del antiguo magistrado Gilbert Azibert.

Se sospecha que Sarkozy y Herzog intentaron corromper al juez para obtener informaciones confidenciales sobre otra instrucción en la que estaba implicado el exmandatario, actual presidente de la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP).

Todos ellos cuestionan la legitimidad de esas interceptaciones, que se prolongaron durante más de seis meses, porque, a juicio de la defensa del actual líder opositor francés, no estaban justificadas.

Herzog, además, estima que haberlo escuchado en su calidad de abogado es una violación de los derechos de la defensa y una violación del secreto profesional.

Por lo que respecta a Azibert, su petición para invalidar las conversaciones telefónicas se apoya en el hecho de que, en tanto que alto magistrado, los instructores tendrían que haber prevenido al presidente del Tribunal Supremo.

Está previsto que el Tribunal de Apelación tarde varias semanas en emitir un dictamen que puede ser crucial para la carrera política de Sarkozy, ya que la anulación de las escuchas comprometedoras supondría el levantamiento de su imputación y despejaría la mayor amenaza judicial a sus ambiciones para concurrir a las elecciones presidenciales de 2017.

Por el contrario, su validación haría planear sobre la cabeza del líder conservador la hipótesis de una condena con la que correría el riesgo de ser inhabilitado para mandatos públicos.

Los jueces instructores decidieron pinchar los teléfonos de Sarkozy en el marco de la investigación por una presunta financiación ilegal de la campaña que le llevó al Elíseo en 2007.

Y, con las grabaciones de sus conversaciones con Herzog, sacaron a la luz otro escándalo, el del presunto “tráfico de influencias”, según el informe policial.

La jefa de la Oficina Central de la Lucha contra las Infracciones Financieras consideró que “las conversaciones grabadas entre Thierry Herzog, Nicolas Sarkozy y Gilbert Azibert son claras sobre sus intenciones”.

De ellas se desprende que el expresidente y su letrado disponían de informaciones de que estaban siendo vigilados por la justicia y eso “no permitió que las investigaciones se desarrollaran normalmente”.

Sarkozy fue imputado el pasado 2 de julio, tras estar arrestado en comisaría 15 horas para declarar, por “corrupción activa”, tráfico de influencias y encubrimiento de la violación del secreto profesional.