Schulz, Valls y Faymann advierten en contra de los nacionalismos en Europa

El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, advirtió hoy del peligro de perder influencia en la política internacional ante el avance de los ultranacionalistas antieuropeístas, cuyo “objetivo declarado” es romper Europa.

En la misma línea se pronunciaron el primer ministro francés, Manuel Valls, y el canciller austríaco, Werner Faymann, durante el congreso federal de los socialdemócratas alemanes del SPD en el que Schulz afirmó que “el fracaso de Europa es un escenario realista”.

Según el político alemán, que Europa “se rompa es el objetivo declarado de los antieruopeístas, de los ultranacionalistas, que en este continente suman un éxito electoral tras otro”.

“En este retroceso evolutivo de Europa hacia la balcanización, nos despedimos de la política internacional y de nuestro derecho a defender como europeos un modelo de sociedad democrático, social, sostenible, justo y libre” y los valores en los que se sustenta, advirtió.

Subrayó que “es la hora de luchar”, porque aquellos que defienden una “alternativa a la integración europea”, basada en propagar el odio contra las minorías, en la marginación, en la edificación de vallas para luchar contra la globalización y en el convencimiento de que su nación es mejor que las otras, están “totalmente decididos” a imponer su modelo de sociedad.

“Debemos mostrar la misma decisión al defender que nuestro modelo de sociedad es el mejor”, dijo llamando a la unidad.

Según el presidente de la Eurocámara, estos “propagandistas de la renacionalización” no hacen otra cosa que campaña con el miedo y la inseguridad de las personas, que utilizan como “combustible para su motor político”, además de probar día tras día su “retórica dramáticamente escenificada, engañosa y brutal”.

Schulz preguntó también ante el auditorio “cuán bajo moralmente hay que caer” para practicar una política que mete en el mismo saco a las víctimas que huyen de la “violencia asesina” con los que perpetran actos terroristas.

Al mismo tiempo, subrayó que precisamente para la solución de las crisis internacionales una Europa fuerte y unida es irrenunciable y recordó que también en ámbitos como el medioambiente y la economía es incuestionable que “las tareas globales no se pueden resolver a nivel nacional”.

Por su parte, el primer ministro francés recordó que Europa “ha sido capaz una y otra vez de superar crisis”, como volvió a demostrar recientemente con la crisis económica y con Grecia, dijo.

Agregó que Europa está obligada a reaccionar ante la crisis de los refugiados y ante el creciente populismo que se cierne sobre el continente.

Si Europa no demuestra su capacidad de actuar con firmeza y en base a sus valores, “corre el peligro de desaparecer del mapa, de ser apartada”, advirtió Valls.

El canciller austríaco también aludió a los nacionalismos de derechas que basan su concepto en alimentar el miedo y que “con respuestas nacionalistas intentan destruir esta Europa común y esta solidaridad”.

Faymann llamó a demostrar que Europa es capaz de hacer confluir “el orden y el humanitarismo” en un continente “lo suficientemente grande como para ayudar a las personas que huyen”.

La alta representante para la Política Exterior y la Seguridad Común, Federica Mogherini, hizo un llamamiento a todos los europeos a asumir su responsabilidad en este proyecto único, dijo, de entendimiento, paz y cooperación.

El primer ministro sueco, Stefan Löfven, por su parte, exigió una Europa social con más oportunidades, sobre todo para los jóvenes, inversión en formación para garantizar la igualdad de oportunidades y trabajo.

El SPD cierra hoy su congreso federal en el que la víspera su presidente, Sigmar Gabriel, fue reelegido con el respaldo del 74,3 % de los delegados, un porcentaje que supone un toque de advertencia a su liderazgo, ya que dos años atrás había logrado un 83,6 %.