Los acusados de Segi renuncian a la camiseta abertzale para su readmisión en el juicio

Los dos acusados expulsados ayer del juicio a diez presuntos miembros de Segi, organización juvenil ilegalizada por su relación con ETA, han sido readmitidos hoy por la Sala al desistir de seguir llevando unas camisetas con una leyenda en euskera y han prestado declaración.

En la segunda jornada de la vista, que se celebra en la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares (Madrid), los acusados han renunciado a llevar dichas camisetas, de color naranja, si bien ayer fueron expulsados solo los dos que no accedieron a ponérselas del revés para que no se pudiera leer la leyenda “Libre. Desde la solidaridad al compromiso”, escrita en euskera.

El presidente del tribunal, Javier Martínez Lázaro, ha tenido que ordenar la expulsión de otro acusado, Ibai Azcona Domínguez, uno de los tres que están presos, ya que ha interrumpido la declaración de un policía nacional que participó en las investigaciones cuando estaba siendo interrogado por el fiscal Pedro Rubira, al decir el procesado: “Nos está humillando, no tengo por qué escucharle”.

Este policía estaba explicando que las investigaciones se iniciaron al detectarse una “evolución sustancial” en Pamplona de la denominada “kale borroka” (lucha callejera), a partir de la actividad de Ibai Azcona y de un hermano suyo.

Javier Martínez Lázaro ha advertido a los acusados de que no pueden interrumpir a los testigos y que, si no les gusta lo que dicen, “para eso están sus abogados”. Les ha explicado que estos testimonios están para que sepan de qué se les acusa y les ha insistido en que para ello deben mantener el orden.

No obstante, tras el receso para descansar, la Sala ha permitido a Ibai Azcona volver a sentarse en el banquillo de los acusados.

El fiscal pide en sus conclusiones provisionales diez años de cárcel para cada imputado por pertenencia a organización terrorista, al estimar que formaban parte de los “taldes” de Segi de dos céntricos barrios de Pamplona, Iturrama y La Milagrosa, y les atribuye varios actos de “kale borroka” entre 2006 y 2008, año en el que fueron detenidos.

En la sesión de hoy han terminado de declarar los acusados, en concreto los tres que quedaban, Mikel Flamarique Arbiol, Gorka Sueskun González y Mikel Beunza Oroz, estos dos últimos los readmitidos tras haber sido expulsados ayer.

Al igual que los demás, han negado su pertenencia a Segi y su participación en actos de violencia callejera y han asegurado que sus declaraciones policiales fueron fruto de malos tratos.

Mikel Flamarique ha manifestado que es músico y que siempre ha vivido en Barañain (Navarra) y no en Pamplona, y respecto a las dos bombonas de gas que fueron incautadas en su domicilio ha asegurado que no eran para explosivos sino para una cocina portátil que usaba cuando iba al monte y que tenía con material de montaña.

Gorka Sueskun ha reconocido que participó en la pegada de unos carteles con motivo de una manifestación convocada en Bilbao a raíz de la suspensión de las actividades de la formación política ANV en los que se leía: “Adelante con la independencia, todos a Bilbo, viva la izquierda abertzale”, pero ha asegurado que no eran de Segi.

Mikel Beunza ha aclarado que él iba de vez en cuanto a un local del barrio de La Milagrosa, pero no para reuniones de Segi sino para actividades vecinales como talleres y charlas de diversa índole, como sobre situaciones socio-económicas y de otros pueblos.

El juicio seguirá mañana a las 10:15 horas con la declaración de testigos.