Seúl escenario de una nueva protesta para pedir la dimisión de la presidenta

Las calles del centro de Seúl se volvieron hoy a llenar de manifestantes por sexto sábado consecutivo, en una nueva protesta para pedir la dimisión de la presidenta Park Geun-hye, implicada en el escándalo de la “Rasputina coreana”.

Decenas de miles de personas comenzaron una marcha pacífica en la avenida de Gwanghwamun, principal arteria del centro de la capital, ataviadas con carteles y banderines en los que se pide la dimisión y la apertura del procedimiento de destitución de Park.

Los manifestantes tienen planeado finalizar el recorrido en las cercanías de la Casa Azul de presidencia, donde la policía ha establecido un cordón en un radio de 100 metros, y al anochecer permanecerán en las calles con velas encendidas.

En otras ciudades del país, como Busan, Gwangju o Chuncheon, también se están desarrollando movilizaciones a menor escala.

Otro grupo de manifestantes se acercó al barrio de Yeouido donde se halla la Asamblea Nacional (Parlamento) para pedir a los diputados que voten a favor del proceso de destitución (“impeachment”) de la presidenta.

Los tres partidos de la oposición presentaron hoy en el Parlamento la moción del “impeachment” para someterla a votación el viernes. Su aprobación requerirá los votos a favor de al menos 28 diputados del partido gobernante Saenuri.

Aunque al principio muchos diputados de Saenuri se mostraron favorables al “impeachment”, más tarde se decantaron por la posibilidad de que la presidenta dimita en abril, después de que Park dejara su cargo en manos del Parlamento en un discurso público el pasado martes.

El pasado sábado 1,5 millones de personas (según la organización, 280.000 según la policía) protagonizaron en Seúl la mayor manifestación de la historia del país y la quinta desde que se destapara el escándalo “Choi Soon-sil Gate”.

Este caso gira en torno a la presidenta Park y a Choi Soon-sil, su amiga íntima bautizada popularmente como la “Rasputina coreana”.

Choi está acusada de haber intervenido en asuntos de Estado a pesar de no ostentar cargo público y haber extorsionado a empresas para obtener cuantiosas sumas de dinero que se habría apropiado parcialmente, entre otros cargos.

Los fiscales señalaron a Park como “cómplice” de su amiga, aunque la jefa de Estado ha hecho uso de su inmunidad para negarse a ser interrogada.