Tras el éxito en Somalia, la Armada combate la “rapiña” en el golfo de Guinea

La Armada española prosigue su despliegue en Somalia, donde su presencia y la de otros países ha proporcionado resultados exitosos en la lucha contra la piratería, y también lucha contra la “rapiña” en el golfo de Guinea para garantizar la seguridad energética en el resto del mundo.

Así lo han explicado hoy en Casa África los capitanes de corbeta Salvador Moreno y Gabriel Pita da Veiga, comandantes de los buques de la Armada “Tornado” y “Serviola”, quienes han contado su experiencia en las misiones internacionales contra la piratería en las que han participado en aguas de Somalia y el golfo de Guinea.

Antes de presentar la conferencia “Diplomacia de Defensa: Despliegues de la Armada española en África”, el director de Casa África, Luis Padrón, ha destacado la actividad que desarrolla el Ministerio de Defensa en ese continente, al considerar que la presencia de las Fuerzas Armadas españolas es imprescindible para garantizar su seguridad.

“España es, tras Francia, el segundo país que más militares tiene” en África “y el único europeo que ha participado en todas las misiones de paz que se han desarrollado en ese continente desde 2003”, ha aseverado.

El comandante del Mando Naval de Canarias, el almirante Juan Luis Sobrino, ha explicado que la costa oeste de África, donde se encuentra el golfo de Guinea, es una “zona de interés creciente” en la que opera semestralmente un patrullero español en misiones de la Armada, que regresa ahora de su último despliegue, cooperación y de diplomacia de defensa.

En colaboración con las marinas de los países ribereños, la Armada trata de concienciar de la peligrosidad creciente de sus aguas, con el fin de paliar y evitar secuestros y ataques a barcos, como los que, cada vez más, tienen lugar frecuentemente en el golfo de Guinea, ha dicho.

Son asaltos que se producen cada diez o quince días y suelen ser ataques a barcos de diferente tipo, si bien es una piratería totalmente distinta a la del océano Índico, ya que “es más de robo que de otro nivel, no son mafias como tales, sino rapiña” y el objetivo es que su acción “desaparezca, como ha pasado en Somalia gracias a la actividad de las armadas”, ha referido Sobrino.

El comandante del patrullero de altura “Serviola”, Gabriel Pita de Veiga, que acaba de llegar a Gran Canaria procedente del golfo de Guinea, donde ha estado desplegado durante tres meses, ha subrayado que esa zona es el punto de partida de gran parte de los hidrocarburos que se consumen en muchas partes del globo, sobre todo en Europa y América.

Pita de Veiga ha explicado que, por este motivo, un incremento de la inestabilidad en el golfo de Guinea “implica inseguridad energética para el resto del mundo”, al tiempo que ha recalcado que “entre el 15 y el 20 % de los hidrocarburos importados a Europa” provienen de esa zona.

“Si se produjera un corte de suministro por ataques a petroleros o gaseros tendría un impacto muy importante, no sólo a nivel energético, sino económico”, ha aseverado.

A diferencia del golfo de Guinea, donde los robos y asaltos en el mar ocurren muchas veces dentro de las aguas territoriales del principal país, Nigeria, lo que no sería piratería propiamente dicha sino asaltos a mano armada en el mar, en Somalia la labor de la Armada ha sido mucho más difícil al tratarse de un “no estado”, donde se hace más complicado “asentar las cosas”, ha explicado el comandante del buque de acción marítima “Tornado”, Salvador Moreno.

No obstante, Moreno ha tildado de “éxito absoluto” el despliegue de la operación Atalanta en el Cuerno de África, donde, según ha dicho, “la piratería ha bajado a cero y ya no hay ataques ni secuestros, lo que está permitiendo hacer la misión de cooperación y asesoramiento un poco más a largo plazo para crear un entorno más seguro y que dure más”.